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Algareira: La pastelería gallega que acerca los dulces artesanales a todos los ciudadanos

Silvina Muñoz es responsable de un proyecto comprometido con el entorno, la labor social y el cuidado del medio ambiente en el que prima lo natural y que piensa en personas con intolerancias, al mismo tiempo que incorpora algas u ofrece tartas y bollería de diferentes países sin descuidar lo tradicional
Silvina Muñoz con varios de los productos de Algareira.
Cedida
Silvina Muñoz con varios de los productos de Algareira.
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Los dulces con sabor a mar de Algareira aúnan las raíces argentinas y gallegas de Silvina Muñoz, la impulsora de un proyecto que piensa en todos. La repostera ha desarrollado diferentes recetas no solo para incorporar las algas a sus creaciones, sino también para crear una pastelería especializada en intolerancias y dietas especiales sin descuidar la tradicional, con el objetivo de que todos los ciudadanos puedan disfrutar de un dulce.

Muñoz, que apuesta por lo natural, personaliza sus productos según las necesidades de cada cliente. La joven tiene formación como chef de hospitales y destaca la importancia de tener conocimientos sobre dietología, bromatología o nutrición en su trabajo. La materia prima que usa esta emprendedora, ganadora de una beca Ruraltvity de impulso a proyectos de mujeres en el rural, procede en la mayor parte de los casos del cultivo ecológico, sostenible y kilómetro 0 del que son responsables mujeres que, como ella, forman parte de Fademur.

Silvina Muñoz (segunda por la izquierda), durante los premios Ruraltivity (Cedida).

El compromiso de esta joven con su entorno, la labor social y el cuidado del medio ambiente va más allá de la materia prima. Y es que los envoltorios que emplea Muñoz en sus productos son elaborados por la Asociación Aspadex y se caracterizan por ser artesanales, ecológicos, reutilizables y compostables, mientras que Bicos de Amora de la Asociación Íntegro prepara los detalles para las ocasiones especiales. La firma, además, incorpora el lenguaje de signos a los saludos más importantes y recibe el asesoramiento de la Asociacion de Celiacos de Galicia (Acega) y asGLUTdiece.

Una pastelería para todos

Muñoz es natural de Mendoza (Argentina) y comenzó su proyecto como una pastelería normal que acabó derivando en una especializada en intolerancias. 'Silvina Muñoz. Artesanías e postres' fue el punto de partida de una iniciativa de la que Algareira formaba parte como el área especializada en el uso de algas hasta que absorbió el proyecto: "Algareira es todo. Es una pastelería normal, argentina, intolerancia certificada, que trabajaasGLUTdiece y el Hospital San Juan de Déu para la pastelería citogénica. También tenemos pastelería medieval histórica".

Todo ello, sin embargo, está unido por la apuesta por lo natural de la responsable del negocio. "Ser una pastelería natural elimina muchas intolerancias y hace que pueda ser compartida. No tiene químicos, ni aditivos, ni conservantes. Todo se hace de forma manual y artesanal, por eso nuestra producción es limitada", explica Muñoz, que concreta que solo tienen dos hornos (uno para las intolerancias) y dos batidoras.

La firma es la única certificada por Acega en Costa da Morte y trabaja con asGLUTdiece, una asociación de enfermedades raras de Barcelona que va de la mano del Hospital de San Juan de Déu. "El poder detenerte en un cliente que te diga que es celíaco y no puede comer huevo ni lácteos... Estas combinaciones no las hay en el mercado, pero que tú tengas al abuelo diabético, tú seas celíaca y alguien sea intolerante a la lactosa o no pueda comer huevo y podáis todo comer el mismo pastel, la gente lo agradece muchísimo", explica la responsable del proyecto, que indica que esto también es un aliciente para los posibles visitantes de la zona.

Algareira está en pleno proceso de traslado a Vimianzo, donde abrirá un local a finales de septiembre o principios de octubre. Precisamente, a la mudanza irán destinados los 5.000 euros de la beca Ruraltivity, una oportunidad única que la joven agradece no solo a nivel económico sino formativo, ya que Fademur y PepsiCo le han proporcionado asesoramiento en materia de administración o marketing, entre otras áreas.

Silvina Muñoz, responsable de Algareira (Cedida).

Un reconocimiento a Muñoz, pero también a todas las mujeres que emprenden en el rural. "El 50% de mi trabajo es la materia prima que tengo, el 90% procede de productoras del rural, de artesanas, de vecinas... Hacer una economía circular es la mejor manera de salir adelante. Vas más lento, pero estás generando esa riqueza y ese valor añadido en el producto", explica la creadora de Algareira, que se forma de forma continua y que usa las manzanas, zanahorias o hierbas aromáticas que crecen en su huerta sin agroquímicos.

Saborear Costa da Morte a través del chocolate

Muñoz atempera el chocolate a temperatura ambiente y a partir de esta materia prima crea tres de sus bombones patentados. Los huevos de Pascua de Camariñas son una mezcla entre Argentina y Galicia y tienen certificación del encaje de Camariñas comestible; el Palillar son palillas antiguas replicadas en chocolate; y los Percebes se han convertido en uno de los productos estrella.

"No existía el molde de percebe. Tenemos un tío artesano que es un crack y siempre regalaba percebes de madera a la gente a la que le cogía cariño. Nos regaló uno para el llavero y lo hicimos replicar", explica la joven, cuyo proveedor de moldes es el mismo que el del chef Muñoz. Así fue como los percebes se convirtieron en un dulce con sabor a mar al incorporar algas, aunque también es posible degustar estos bombones en su forma más clásica.

Silvina Muñoz explica sus productos a una clienta (Cedida).

Algareira homenajea Galicia a través de sus productos. "Quiero que la gente se pueda llevar un bocado dulce de la zona en la que está. ¿Por qué no mezclar el sabor del mar y las algas con el chocolate para que te lleve a recordar que estuviste en las diferentes zonas de la Costa da Morte? Aquí surgen las Caramiñas, las galletas Prestige y los bombones", explica Muñoz. Las algas también forman parte de los alfajores y la responsable de la firma añade que actualmente experimenta con la incorporación de la moringa.

Muñoz trabaja con unas 300 recetas, ya que cada producto está adaptado a diferentes necesidades. Así, por ejemplo, la tarta de zanahoria está disponible en cinco versiones, entre ellas la medieval, la sin gluten y la cetogénica. Algareira está formada por cinco líneas generales: la de Pascua, con bombones; la de mar, que es pastelería y bombonería en la que todos los productos llevan algas, incluido el budín con jengibre o los vilanos; la de alfajores argentinos; la medieval histórica; y la de intolerancias, con una diferenciación de la dieta cetogénica.

Esta última, en el caso de pacientes con episodios epilépticos, por ejemplo, es más restringida. "Tenemos clientes que son peques que necesitan consumir vitaminas que resulta muy complicado para los padres poder darles. Lo que hacemos es preparar mini bombones adaptados con un tipo de chocolate especial a los que incorporamos los complementos alimenticios que esos padres necesitan darles a los niños", explica Muñoz.

Formación para las familias y envíos a todo Europa

Los clientes siempre pueden encontrarse en el obrador productos de la línea de mar o cetogénicos que se conservan mejor, aunque la creadora de Algareira recomienda reservar con antelación. Las tartas y la bollería de diferentes países están disponibles cada sábado con el objetivo de que los consumidores puedan acceder a otro tipo de propuestas gastronómicas, mientras que en invierno la pastelería organiza jornadas temáticas.

Varias de las tartas del mundo de Algareira (Cedida).

Muñoz también imparte formación para que las familias aprendan a cocinar "cosas sencillas" que les faciliten el día a día. "Suelen venir personas que tienen niños con intolerancias para aprender a hacer algunas cosas fáciles y rápidas con materia prima que tengan en casa. Los cursos que dimos en el Congreso Iberoamericano de Dieta Cetogénica consistieron en enseñarles a las familias a hacer recetas navideñas para microondas", indica la repostera, que concreta que las formaciones se realizan en invierno según la demanda existente.

"Todas nuestras campañas están centradas en los dulces para personas con intolerancias y los otros, queremos que todos puedan disfrutarlos. Estamos en el Pincho Irmandiño con uno sin lactosa para quien lo necesite. La idea es que la pastelería es ese postre que une y no que divide", explica Muñoz, que lleva ocho años con el proyecto.

https://www.instagram.com/p/CfWN04UtYvz/

Los dulces únicos de Algareira pueden encontrarse en ferias y en algunas tiendas como en Arabela y Pan Ignacio (Carballo), Guimareu (Cee) o Ledicia a Granel (A Coruña), pero también llegan a cualquier parte de Europa mediante envío. "Quiero que este proyecto sea una experiencia solidaria que va más allá de Silvina Muñoz", explica la responsable de una iniciativa que ha cruzado fronteras y que permite a todo el mundo disfrutar de un dulce.

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