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Un año sin móviles, pero con escuela de rock: El colegio gallego que se adelantó a la norma

Chris Long, director de O Castro British International School, en Vigo, cuenta cómo ha mejorado la convivencia y la interacción entre el alumnado
Alumnos del centro durante en un momento de charla con una docente.
O Castro
Alumnos del centro durante en un momento de charla con una docente.
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Prohibido usar el teléfono móvil en los centros escolares gallegos: Es la nueva norma con la que se estrena el 2024 en los colegios de Galicia. Sin embargo, esta restricción no es nueva en centros privados como O Castro British International School de Vigo, en donde impera desde hace más de un año.

La decisión se adoptó para preservar la "seguridad" de sus 700 alumnos y en aras de instruirles un uso de la tecnología más controlado y seguro. Por ello, los alumnos de este colegio situado en Mos no pueden usar los dispositivos en los recreos, pero tampoco en los cambios de clase, en los descansos o en el comedor.

Por contra, la dirección de O Castro, en colaboración el profesorado y el personal laboral, ha creado un entramado de actividades e iniciativas para contrarrestar el uso de la pantalla: Desde actividades deportivas -fútbol, baloncesto, vóley o tenis de mesa- hasta la puesta en marcha de clubs relacionados con el cine o la prensa, pasando por charlas o iniciativas medioambientales. Todo lo anterior tiene, tal y como puntualizan desde el colegio, un objetivo claro: "Que los estudiantes hablen, colaboren y se desarrollen alejados de los teléfonos móviles".

Alumnos participando en un grupo de música. Foto: O Castro

Chris Long, director de O Castro British International School, precisa que el colegio está dotado con los mecanismos necesarios para formar al alumnado en competencia en tecnología digital -una parte importante que complementa el aprendizaje- sin embargo, considera que el uso de los teléfonos móviles por parte de los menores puede afectarles negativamente mermando su seguridad y la de su entorno.

Existe, no obstante, una excepción que tiene que ver con aquellas familias que han solicitado al centro que permitan el uso de los dispositivos móviles en aquellos casos en los que el menor tenga que hacer uso de uno o diversos transportes para llegar hasta el centro. Así, el alumno o alumna debe dejar el teléfono en la recepción una vez que llegue al colegio y lo puede recoger al salir. "Otra excepción tiene que ver con los viajes, por ejemplo, a Londres. En diciembre se hizo uno a Londres y se permitió el uso a los mayores para sacar fotos a los museos", remarca el director.

"Más que fútbol"

Independientemente de lo que tiene que ver con la prohibición del uso del teléfono móvil y dentro de las distintas actividades de ocio alternativas, el centro viene desarrollando en los últimos años un plan para fomentar la interacción entre los alumnos creando oportunidades y desarrollando mentes inquietas, también, mediante actividades con un carácter más lúdico. "Pensamos en que teníamos que ofrecer más que fútbol en los recreos", señala Long. "Queríamos estimular a los niños, por ello, durante el día tenemos clases de música, una rockband, charlas, y otras muchas actividades con las que se tienen que comunicar y mover. Este año tenemos más actividades que nunca durante los recreos y, también, al término de las clases", anota.

Chris Long, director de O Castro. Foto: O Castro

Además de la implicación de la dirección y el profesorado, es vital para lo anterior la figura del coordinador de las actividades propuestas. Del mismo modo, hay alumnos y alumnas que también asumen la responsabilidad de organizar iniciativas, siempre bajo la supervisión de un docente.

Trabajo en equipo

El director de O Castro considera que todavía "es pronto" para valorar el impacto de la prohibición de los móviles en el centro, aunque sí ha comprobado cómo ha mejorado la convivencia y la interacción entre el alumnado de distintas edades. "El número de alumnos integrado en las actividades que se proponen está creciendo. Lo ven como algo, digamos, cool -'guay'"-, cuenta el director con satisfacción. "Ha mejorado la convivencia entre los grupos y la interacción entre los alumnos", añade.

Por otro lado, y en base a sus propias encuestas, los padres secundan todas estas acciones: "Ellos quieren más actividades para sus hijos y oportunidades para éstos creen y se desarrollen", concluye el director del centro vigués.

Alumnos formando parte de una actividad audiovisual. Foto: O Castro
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