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Las 10+1 obras imprescindibles de César Portela en Galicia

El arquitecto pontevedrés será premiado por su trayectoria este sábado en los XIX Premios COAG después de medio siglo diseñando edificios que han marcado a los gallegos
El arquitecto César Portela, el padre de la Galicia moderna.
El arquitecto César Portela, el padre de la Galicia moderna.
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Es imposible entender la Galicia de los últimos 40 años sin su obra. César Portela (Pontevedra, 1937) recibirá este sábado el reconocimiento a su trayectoria profesional en los XIX Premios COAG. Curiosamente, estos se celebrarán en el Pazo de Baión que él mismo rehabilitó hace una década.

El Colexio de Arquitectos muestra su agradecimiento a uno de sus miembros más ilustres, pero también de los más apasionados. Con medio siglo de trayectoria a sus espaldas, destaca las relaciones que ha ido labrando como la parte más satisfactoria.

Su respeto por los obreros, consciente de la importancia de su trabajo, ha hecho que a día de hoy lo sigan reconociendo antiguos compañeros y le muestren su cariño.

Portela, como cualquier padre, asegura que quiere a todos sus hijos por igual. Cada obra debe ocupar el espacio de la mejor forma posible, siendo esta su gran obsesión en cada proyecto.

Sin embargo, también pone en valor aquellas obras que rechazó -algunas de gran valor- al considerar que no respondían ni a la utilidad pública ni a la arquitectura y esconder tras de sí un negocio.

Sin embargo, desde TREINTAYSEIS lanzamos una recopilación de diez obras finalizadas que cualquiera conoce y reconoce al recorrer el Eje Atlántico. El mismo donde Portela admiró el trabajo de su padre Agustín.

Museo del Mar de Galicia (Vigo, 2003)

Este proyecto, elaborado mano a mano con el Premio Pritzker Aldo Rossi hasta la muerte del arquitecto italiano en 1997; es uno de los que le hacen sentirse más orgulloso. La antigua fábrica de Alcabre se adentra en la ría sin alterar una de las puestas de sol más bellas de Vigo.

El diseño fue mutando desde el inicio del proyecto en 1992 hasta su inauguración final, haciendo honor a su pasado: de esta forma, el museo creció según sus necesidades, llegando a construir sobre el mar. Su localización en la Punta do Muíño hizo que uno de los objetivos es que fuera bello también desde los barcos.

En sus 17.000 metros cuadrados de exposición hay espacio para un acuario, reliquias del pasado conservero del país o incluso el Pergamino Vindel, que llegó de Nueva York por primera vez en 2018.

Domus o Casa del Hombre (A Coruña, 1995)

El museo coruñés es conocido por cualquiera que haya estudiado en Galicia en los últimos 30 años. Su fachada de pizarra brilla con luz propia en el frente marítimo de Riazor.

Por dentro, el granito da cobijo a los 1.500 metros cuadrados de exposición dedicados íntegramente al ser humano. El balcón principal hacia el mar, el homenaje a la Expedición Balmis o las esculturas de Botero completan el diseño del segundo de los Museos Científicos Coruñeses, en cuya concepción participó el también ganador del Pritzker Arata Isozaki.

Auditorio Mar de Vigo (Vigo, 2011)

En el Palacio de Congresos ubicado en Beiramar, Portela encontraría uno de los mayores retos de su vida. ¿Cómo compaginar la arquitectura de un barrio marinero como el Berbés y la arquitectura vanguardista?

Para ello, optaron por un juego de doble fachada: una armadura metálica envuelve el edificio, convirtiéndolo en una caja de regalo visible desde toda la ría. Pero desde el interior, la luz invade el atrio central y engrandece un recinto multiusos con biblioteca, hotel y auditorio para 1.500 personas.

El hall del Auditorio Mar de Vigo durante su inauguración

Una década después, el propio arquitecto se emociona recordando los fuegos artificiales lanzados desde el muelle de Bouzas la noche de su inauguración. Con la pandemia, su azotea ha adquirido gran relevancia con el Festival TerraCeo.

Facultad de Minas y Telecomunicaciones (Vigo, 2003)

El Campus Universitario ubicado en Lagoas-Marcosende es una de las visitas obligadas para cualquier amante de la arquitectura. Con diseños de Eric Miralles o Alfonso Penela, el CUVI se retuerce ladera abajo sin alterar la naturaleza reinante a 10 kilómetros del centro de la ciudad.

Portela daría forma a la ampliación de la Escuela de Teleco, una de las más prestigiosas de toda la universidad, para incluir en ella la de Minas, un comedor y una biblioteca.

Centro Cultural Caixanova (Pontevedra, 2006)

Pocos edificios captaron tan bien su finalidad como los centros culturales de Caixanova en el nuevo milenio. Estas salas de exposiciones y teatros acogían la obra social de la antigua caja de ahorros del sur de Galicia, mezclando tradición y vanguardia.

En la sede de su ciudad natal, el arquitecto conjuga una fachada barroca, estilo por antonomasia de la complejidad, con otra más moderna dotada de una imponente cristalera en la rúa San Xosé.

Nueva terminal del aeropuerto de Peinador (Vigo, 2014)

Las infraestructuras del transporte han sido uno de sus puntos fuertes, aunque lejos de su tierra. La estación de autobuses de Córdoba le valió el Premio Nacional de Arquitectura en 1999, aunque él se muestra especialmente orgulloso de la del ferrocarril de Cádiz por el enorme reto urbanístico al que tuvo que hacer frente.

A la espera de que se consoliden proyectos como las intermodales de Valencia y A Coruña, el aeropuerto de Peinador presume desde 2014 de un necesario lavado de cara con denominación de origen.

La terminal viguesa sintetiza la ruptura de la rutina que suponen los desplazamientos en avión con el confort de unas instalaciones de su tamaño. Los volúmenes suaves y la luz vuelven a ser, una vez más, protagonistas.

Museo de Historia Natural (Santiago, 2011)

Como si de un pequeño animal escondido entre las hierbas, el nuevo Museo de la Universidade de Santiago de Compostela destaca por sus formas cúbicas en el exterior, que contrastan con los espacios diáfanos y claros que acogen las colecciones de Geología, Biología y

Ubicado en la finca-parque de Vista Alegre, no desentona a escasos metros de la Catedral o el convento de San Francisco, dotando de una gran personalidad a uno de los parques favoritos de los universitarios.

Casas particulares

Aunque las terminales de transporte o los centros culturales son su seña de identidad, Portela también ha hecho notables obras en viviendas privadas. Estos edificios suponen un reto a la hora de conjugar el paisaje con la modernidad y normalmente son por encargo directo o como "favor".

Él mismo reconoce con orgullo que en ese proceso de diseño muchas veces ha terminado conociendo mejor a sus amigos. Porque para el pontevedrés lo importante no son las obras en sí, es cuando alguien le dice que "se encuentra muy a gusto en ella".

Casa da Cultura (Cangas, 1989)

Pocas bibliotecas pueden pueden presumir de una mejor ubicación. La capital do Morrazo disfruta de este centro multifunción de inspiración marinera, con galerías y acabados que recuerdan a los de los astilleros.

Situada a escasos metros de la playa de Rodeira, la luz llena su sala de estudio incluso en los días que el viento de la ría azota con fuerza su fachada decorada con vieiras.

Faro Punta Nariga (Malpica, 1998)

Pocos arquitectos pueden presumir de tener un faro en su portfolio. El construido en Punta Nariga destaca por su plataforma de 39 metros de granito. Esta permite que la luz emitida alcance las 22 millas náuticas.

Ubicado entre la Punta do Roncudo y las Illas Sisargas, sorprende por introducir la "artificialidad" en un entorno tan natural y salvaje como la Costa da Morte.

Teatro Cine Fraga (Vigo, sin acabar)

Para finalizar la lista, uno de los edificios más emblemáticos...aunque su firma no aparezca al 100% en él. El Teatro Cine Fraga del centro de Vigo es uno de los grandes iconos del crecimiento de la primera ciudad de Galicia en el Siglo XX.

Tras su cierre en junio de 2001, Caixa Galicia anunciaba su compra por 5.500 millones de pesetas y le encargaba el proyecto de modernización al arquitecto de moda en la ciudad. Su apertura, anunciada cada poco tiempo, incluía un nuevo auditorio, salas de exposiciones, seminarios, aulas temáticas y un centro para mayores.

Aunque las obras llegaron a efectuarse en un 80%, las sucesivas crisis y fusiones de las entidades financieras gallegas ha dejado en vía muerta a uno de los edificios con más posibilidades del centro. En 2016 ABANCA aseguraba que le faltaban solamente seis millones para finalizarlo, aunque nunca más se han vuelto a pronunciar. A sus 84 años, Portela asume con resignación: "a lo largo de mi trayectoria, esto pasa con muchas cosas".

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