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La vuelta desde la Antártida de tres científicos de la UVigo se complica por el mal tiempo

Los investigadores del CIM viajaron para llevar a cabo la segunda campaña de trabajo del proyecto Radiant para estudiar el efecto de la radiación en las macroalgas
Mariano Lastra, Jesús Troncoso y Jesús López en la Antártida.
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Mariano Lastra, Jesús Troncoso y Jesús López en la Antártida.
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Mariano Lastra, Jesús Troncoso y Jesús López, investigadores del Centro de Investigación Marina de la Universidad de Vigo (CIM), llegaron a la Base Antártica Española Gabriel de Castill, del Ejército de Tierra, el pasado día 13 de enero para desarrollar la segunda campaña de trabajo en el marco del proyecto Radiant. Un mes después, su regreso a casa está siendo algo más complicado de lo previsto.

Los científicos viajaron a la Antártida para evaluar el efecto de la radiación solar y de la temperatura sobre la degradación de la biomasa macroalgal en intermareales sedimentarios en Porto Foster, en la isla Decepción. La travesía en barco entre este islote y la isla Rey Jorge, el inicio de su vuelta a Vigo, dura normalmente un día, pero en esta ocasión se alargará hasta tres.

La mala situación en el mar está dificultando la navegación del buque oceanográfico Hespérides, como informa la propia UVigo. Así, la expedición salió de la base el miércoles y previsiblemente cogerá, si las condiciones meteorológicas lo permiten, un vuelo este fin de semana desde la isla Rey Jorge a Punta Arenas. Desde ahí tendrán que volar a Santiago de Chile y después coger otro avión hasta Madrid, a donde llegarán en principio el lunes 19 de febrero.

A pesar de la dureza del trayecto (y también la ardua estancia en la Antártida, donde el frío, la ventisca y la mala mar complicaron el trabajo), los investigadores están más que satisfechos. Mariano Lastra destaca el compañerismo y la buena relación con otros científicos y los militares de la base: "La colaboración en el Antártico no es una opción, es una obligación".

"Íbamos con tiempo suficiente para que, si fallaba algo, poder intentarlo de nuevo. Eso es algo que aprendimos a lo largo de las campañas", explica Lastra, en referencia a las complicaciones que surgieron durante el mes de trabajo. Ahora, les queda por delante un año de trabajo para procesar las muestras y realizar el tratamiento numérico de los datos.

Dependerá de los resultados volver a pedir un proyecto para regresar a la Antártida, pero a corto plazo, los investigadores esperan poder presentar las primeras conclusiones de la campaña del año pasado en el X Simposio de Estudios Polares, que se celebrará en Salamanca en el mes de mayo.

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