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El Pazo do Faramello: la primera fábrica de papel de Galicia y residencia real de verano

Además de ser el pazo más visitado de Galicia, el Pazo do Faramello alberga una historia única: nació como la primera fábrica de papel de Galicia, fue la residencia de verano de Alfonso XIII y Manuel Fraga lo eligió como escenario de alguno de sus discursos de Navidad.
Pazo do Faramello
Turismo de Galicia
Pazo do Faramello
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El Pazo do Faramello es uno de los más bellos -además el más visitado- de Galicia y cuenta con una historia apasionante: pasó de ser una fábrica de papel a convertirse en la residencia de verano de Alfonso XIII e incluso, más recientemente, escenario de los discursos de Navidad de Manuel Fraga.

Se encuentra en el municipio de Rois, a unos 12 kilómetros tanto de Santiago como de Padrón y en las faldas de la colina sobre la que se asienta el castro de la Reina Lupa. Es, además, el último pazo que se encuentran los peregrinos que siguen el Camino Portugués antes de llegar a su final.

Origen

Exterior del Pazo do Faramello (Santiago Turismo).

Fue construido a principios del siglo XVIII por Bartolomé Piombino, un noble genovés que, una vez completado el Camino de Santiago, se enamoró de una compostelana y, tras volver a su país natal, regresó junto con quince operarios para levantar una fábrica de papel, una industria de lo más lucrativa por aquel entonces.

Así, tras finalizar la Ruta Jacobea en 1910, el Marqués de Piombino erigió la primera fábrica de papel de Galicia, la Real Fábrica de Papel do Faramello, en un frondoso bosque a orillas del Río Tinto. Comenzaría a operar alrededor de 1714.

En lo arquitectónico, el pazo se enmarca en el estilo barroco civil compostelano, aunque con influencias italianas de acuerdo con las peticiones del Marqués de Piombino.

Imagen de la entrada del Pazo do Faramello (Santiago Turismo).

El edificio principal supera los 2.100 metros cuadrados y albergó el grueso de la fábrica durante más de dos siglos. A día de hoy aún se pueden visitar algunos de los antiguos molinos y los canales que recorren los terrenos y que son herederos de aquel uso industrial.

Para adaptarse a lo escarpado del terreno, el pazo se fue construyendo en terrazas. Con el tiempo, a su alrededor se erigieron viviendas y, ya en 1727, una capilla, en la que se conserva un retablo de José Gambino, uno de los principales escultores de la Catedral de Santiago de Compostela.

El propio Gambino era hijo de uno de los quince trabajadores italianos que el Marqués de Piombino se había llevado consigo a Galicia y nació en una de las viviendas en el Pazo do Faramello en 1719.

Escenario de la historia

Un estanque en los terrenos del Pazo do Faramello (Santiago Turismo).

Con el paso de los años, además de albergar una industria puntera en Galicia, el Pazo do Faramello también se convirtió en un escenario de la historia: en 1808, durante la Guerra de la Independencia, sus caballerizas acogieron un arsenal de las tropas antifrancesas.

En el propio pazo se imprimieron pasquines contra la invasión de las tropas francesas de Napoleón Bonaparte y el que por aquel entonces era Señor do Faramello murió en una reyerta cerca de allí.

Concluida la guerra, un Privilegio Real de 1815 le otorga una prerrogativa al Señor do Faramello que no se tiene constancia de que haya sido ejercida nunca: puede entrar en la Catedral de Santiago montado a caballo, si así lo desea.

Más adelante, durante su reinado, Alfonso XIII utilizó el Pazo do Faramello como residencia de verano durante dos años, lo que le valió el sobrenombre de Balmoral del Sar, en referencia a la residencia en Escocia de la Familia Real Británica.

En la literatura, el pazo también fascinó a muchos escritores gallegos. Emilia Pardo Bazán dijo que "hay muchos pazos, pero Faramello es único" y Rosalía de Castro aseguró que Faramello "le congeló el alma".

Para Camilo José Cela, "el secreto mejor guardado del Camino que dicen del Apóstol" es Faramello, que también es uno de los escenarios principales de "La Casa de la Troya" de Alejandro Pérez Lugín, publicada en 1915 con portada de Castelao.

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Los jardines del Pazo do Faramello y uno de sus cruceiros (Turismo de Galicia).

Más recientemente, el Pazo do Faramello fue el emplazamiento escogido por el presidente de la Xunta de Galicia entre 1990 y 2005, Manuel Fraga Iribinarne, para algunos de sus discursos de Navidad.

A día de hoy sus jardines de más de 398 hectáreas plagadas de cascadas y canales cuentan con una importante biodiversidad, fruto del esfuerzo por conservar el entorno a lo largo de los siglos. Así, en las orillas del Río Tinto se pueden observar nutrias, búhos, patos silvestres, ardillas, zorros rojos o especies amenazadas como el "lagarto das silvas" de color turquesa.

Su actual propietario, Gonzalo Rivero, vive en el Pazo do Faramello, se encarga de su cuidado y ejerce como guía durante las visitas. También acoge bodas y otros eventos.

O Xardín do Recordo

Una imagen del Xardín do Recordo en otoño (Cedida).

La adición más reciente al Pazo do Faramello ha sido la del Xardín do Recordo, "un sentimiento hecho idea" dedicado al recuerdo de las personas fallecidas en el accidente del Alvia 04155 en Angrois el 24 de julio de 2013.

Este espacio, cuyo diseño paisajístico fue realizado de forma altruista por la Fundación Juana de Vega, cuenta con 81 Cercis, conocidos como árboles del amor, en recuerdo de cada una de las víctimas de la tragedia.

Cada año, la Asociación de Víctimas del Alvia 04155 se reúne en este espacio para recordar y reclamar justicia.

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