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El mensaje de esperanza de una artista gallega que luce en los muros de Nueva York

El último trabajo de Vanesa Álvarez, "We will hug again", es también un mensaje para su familia y amigos de Vigo a los que espera poder volver a abrazar muy pronto
Mural "We will hug again", en el barrio neoyorquino de Williamsburg.
Mural "We will hug again", en el barrio neoyorquino de Williamsburg.
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Vanesa Álvarez, artista y diseñadora gráfica viguesa, llegó a Nueva York hace dos años, y desde entonces no ha dejado de sumergirse y trabajar en el mundo cultural de la gran urbe americana, pero sin perder el contacto con Galicia. Además, ha logrado mantener vivos importantes proyectos desarrollados en la ciudad olívica, como el Festival Kerouak, un encuentro internacional de poesía que cumplió 10 años el pasado octubre y que la artista logró organizar desde el otro lado del océano y en medio de una pandemia mundial. Todo un reto.

Ahora, Vanesa ocupa portadas y espacio en entrevistas de numerosos medios gallegos y estadounidenses gracias a un nuevo proyecto: We will hug again. Un gran mensaje de esperanza e ilusión que luce en los muros del barrio de Brooklyn en el que vive, Williamsburg. "El mural nace como una colaboración con La casa de Bobblehaus, una galería de arte que une La casa Arthouse con la marca de moda Bobblehaus. Es un espacio que nace en el barrio de Williamsburg (Brooklyn) a finales de 2020, y que aúna un amplio colectivo de artistas de distintas disciplinas. Tuve la suerte de conocerlos y al momento surgió la idea, ya que ellos disponían del permiso para intervenir este muro", explica.

Además, en este momento, la artista gallega cuenta con varias de sus obras expuestas en la galería, se trata de seis trabajos en acrílico sobre madera que juntos forman la serie Jardín geométrico.

Vanesa Álvarez junto a su último mural durante una entrevista.

Volver a abrazar

Vanesa ha vivido este año difícil para todos lejos de su tierra, de su familia y de los amigos de siempre en los que piensa "todos los días". Algo que ha estado presente en su último trabajo. Según señala, "en realidad, el mensaje del muro, el We will hug again (volveremos a abrazarnos) es un mensaje también para ellos. Por supuesto es mi contribución a la comunidad, intentando llenar de color y optimismo un Brooklyn donde el invierno va a ser muy duro, pero en mi pincel siempre estuvieron mis seres queridos al otro lado del charco, a los que estoy deseando abrazar".

En estos meses de pandemia, de incertidumbre, y con medio corazón a miles de kilómetros de distancia, llegaba también para Vanesa Álvarez y su marido Marcos el mejor regalo del 2020: el nacimiento de su primer hijo, León. "Ha hecho que viviésemos esta pandemia de una forma más optimista, llenos de ilusión por lo que venía. Es cierto que tenemos muchas ganas de presentárselo a la familia, y nos da pena que esto no pueda ocurrir hasta que todo esté más controlado pero, estando todos sanos, nos sentimos felices y el momento llegará pronto", afirma.

De la ciudad de Vigo, Vanesa cuenta que lo que más echa de menos es su mar. "Aquí también tenemos mar y disfrutamos de la playa en verano, pero no se acerca a la relación tan estrecha que tenemos con nuestra ría. Seguido muy de cerca, echo de menos los bares de Vigo y su gente, mi querido Rogelio Abalde, el Casco Vello... Y, por supuesto, estar en cualquiera de estos escenarios con amigos y familia", subraya la artista viguesa.

Rosalía de Castro y Castelao también viven en Nueva York

Ya sea desde Vigo o en Nueva York, Galicia nunca se ha alejado del corazón y el pincel de esta artista viguesa. Su primer mural en la ciudad norteamericana fue en Casa Galicia con Rosalía de Castro como protagonista, y un año después también pintó a Castelao en el salón principal. Además, sigue trabajando con Galicia desde allí. "Continúo con los murales del proyecto Expostas, con los que anualmente empoderamos a la mujer, participando en el programa de medianeras "Vigo, Cidade de Cor" y el año pasado ilustré un maravilloso texto de María Reimóndez, O meu avó e o queixo, publicado por Editorial Alvarellos", cuenta Álvarez.

Para este año está trabajando en otro libro ilustrado, aunque dice que todavía no se puede desvelar la sorpresa. Además, junto a su marido, el poeta Marcos de la Fuente, sigue organizando el Festival Kerouac, por lo que se encuentra, pese a la distancia, muy vinculada con la Comunidad y en continuo contacto con poetas e instituciones gallegas.

Vanesa asegura que Vigo y Nueva York tienen características muy similares en algunos aspectos, como en la mezcla de la naturaleza y lo industrial. "Mucha gente piensa que Nueva York es solo hormigón, y no es así. Cuanto más tiempo vivo aquí más alucino con las zonas verdes y la naturaleza salvaje a 30 minutos de Manhattan. Cuando se mezcla con el río, los astilleros, los containers y los depósitos de agua, me recuerda mucho a Vigo". Además, cuenta que en una visita reciente a una nueva galería de arte llamada Locker Room, en su barrio, el ambiente underground le recordó mucho a espacios que también existen en Vigo.

En el lado opuesto, entre las cosas que más diferencian a la urbe olívica de la norteamericana, destaca "desgraciadamente, la consideración y el trato que se le da al artista. En Vigo, cuando te preguntan tu profesión, rara vez dices que eres artista, porque siempre se despiertan miradas extrañas llenas de escepticismo que generan inseguridad. Aquí se puede decir bien alto, todo el mundo tiene un gran respeto al artista y a la cultura".

Vanesa asegura, no obstante, que ella siempre se ha sentido muy apoyada en Vigo, "he podido trabajar y expresarme artísticamente y por eso estoy agradecida, pero en este aspecto esta ciudad es muy distinta. ¡Espero que Vigo cada vez se vaya pareciendo más en eso a la Gran Manzana!".

Del diseño gráfico a la creación artística

Como ella mismo explica, cuenta con un estilo muy gráfico. "Se nota que vengo del diseño", dice. Con un uso muy potente del color, el amor por los patrones geométricos y el uso de la palabra en sus creaciones, Vanesa ha llegado a construir un estilo propio que se puede apreciar en toda su trayectoria.

"Muchos muralistas se imaginan el muro como un gran lienzo, pero yo me lo imagino como un gran cartel. En cuanto al mensaje, siempre intento que sea optimista y que aporte alguna reflexión, que tenga contenido, no quedándome solo en lo estético. Uno de mis trabajos aquí es ser profesora de Arte Público, trabajando con los jóvenes de la comunidad sobre justicia social. ¡Me encanta pintar murales colaborativos!", destaca.

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