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Aumentan las ciberestafas en Galicia: ¿Cómo evitar ser víctima de un fraude?

Entre enero y marzo de 2022 se registraron en la comunidad autónoma 6.345 fraudes cometidos a través de medios telemáticos. En el mes de mayo, ciudades como Vigo notificaron casi 100 denuncias al día
Equipo de Investigación Tecnológica de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra.
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Equipo de Investigación Tecnológica de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra.
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El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, arrancó el mes de junio alertando de una cifra: los ciberdelitos en la comunidad han crecido un 50% en lo que llevamos de año. La comparativa interanual desvela un aumento preocupante de este tipo de delitos. Entre enero y marzo de 2022 se registraron 6.345 estafas cometidas a través de medios telemáticos.

Maica Larriba, subdelegada en la provincia de Pontevedra, también advirtió en la pasada Xunta Provincial de Seguridad que "las ciberestafas suponen ya en el territorio de la Guardia Civil —es decir, en toda la provincia excepto las grandes ciudades—, una de cada tres denuncias, llegando a contabilizarse solo en la comisaría de Vigo casi 100 denuncias al día durante el mes de mayo".

En definitiva, parece que los datos señalan un repunte de la ciberdelincuencia. Uno de los miembros del Equipo de Investigación Tecnológica de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, Ricardo Silva Loureiro, afirma que sí hay un aumento en la actualidad, "pero los ciberdelitos van por campañas".

Cómo funcionan los fraudes en la Red

Tal y como señala Silva, hay temporadas en los que los ciberdelitos se producen con más frecuencia, como por ejemplo en el Black Friday. "Todo este tipo de delitos los llevan a cabo grupos de delincuentes que se dedican a los delitos cibernéticos".

Según el experto en Investigación Tecnológica, estos infractores "no están especializados en estafas concretas", sino que hacen uso de herramientas como la creación de páginas web o aplicaciones para móvil falsas con las que ejecutan el delito de acuerdo con el momento determinado.

"Si se acerca la Navidad saben que habrá un montón de gente comprando y enviando paquetes a través de los comercios online. Con eso en mente, deciden hacer envíos masivos de SMS con el típico mensaje de Tienes un paquete para recoger, clica aquí para más información", explica Ricardo Silva Loureiro.

Como la posibilidad de que en esa época muchas personas estén realmente esperando un envío, más alto es el porcentaje de usuarios que acceden al enlace fraudulento y pasan a ser víctimas de la estafa. En definitiva, los delincuentes estudian el contexto social y la forma de actuar de los ciudadanos para introducirse más fácil en su privacidad.

"Ahora mismo estamos con la campaña de la declaración de la renta", cuenta Silva, "así que hay envíos de varios modelos de mensajes relacionados, y como mucha gente está a la espera de ellos, es más propensa a caer".

Estafas frecuentes a día de hoy

Los fraudes cibernéticos van cambiando por épocas, pero nunca está de más conocer cuáles son los que se están produciendo en la actualidad para estar atento. Entre las últimas estafas detectadas por los usuarios, como mencionaba el experto Ricardo Silva, está la de la supuesta Agencia Tributaria.

Otro de los timos más usuales son los mensajes de una presunta entrega de un paquete por correo. Dicen algo parecido a esto: "Hola, no * hemos podido entregar su paquete, por favor confirme para que se vuelva a @ entregar".

Captura de pantalla de uno de los casos de estafa.

También se han percibido estafas telefónicas en las que se hacen pasar por una entidad bancaria, pidiendo los datos de la tarjeta de crédito o el PIN. Otro fraude que se repite es a través de Whatsapp; los delincuentes fingen ser familiares de la víctima —desde un hijo que necesita dinero para un taxi o un primo lejano que vuelve de un viaje— en situaciones de emergencia, en las que solicitan un ingreso de dinero inmediato.

¿Quién está detrás de estos delitos?

Seguramente hayas sido receptor de alguno de los SMS fraudulentos, pues proliferan entre un incontable número de usuarios. Tal vez nunca has llegado a clicar en el enlace adjunto, ¿pero alguna vez te has preguntando cómo es posible que tenga tu número, sea quien sea el emisor?

Las redes de delincuencia cibernética, como señala el miembro del Equipo de Investigación Tecnológica, son grupos organizados cuya identidad es opaca y difícil de detectar. En muchas ocasiones, estos envíos de mensaje, tanto a través de SMS como Whatsapp, se realizan desde números de teléfono con un titular de línea cuya identidad ha sido suplantada.

Es decir, los estafadores obtienen datos para poder contratar un servicio telefónico bajo el nombre y los apellidos de otra persona, lo que dificulta seguir el rastro real del delito. El uso de los datos robados sirve, por tanto, para continuar delinquiendo.

Imagen de archivo de una investigación de la Guardia Civil por ciberestafas en Galicia.

"Uno de los medios que usan para obtener los datos son las páginas web falsas, como por ejemplo para el Black Friday", explica Ricardo Silva, "Supuestamente son comercios online, por lo que la gente empieza a comprar e introduce su nombre, su dirección, su correo electrónico, su número de tarjeta de crédito".

Con toda esta información, además de ejecutar los intentos de fraude, los estafadores hacen negocio entre ellos, como comenta el experto de la Guardia Civil: "Toda información es válida, o bien le vale para un beneficio directo utilizando los datos de las tarjetas de crédito, o bien para monetizarla en un futuro, a través de otro intento de estafa o vendiéndola a otro grupo de delincuentes".

Consejos para no caer en la trampa

Por desgracia, es complicado combatir la ciberdelincuencia. Una vez tu número de teléfono entra a formar parte de la base de datos de un grupo fraudulento es probable que recibas más de un intento de estafa durante un tiempo. "Esas bases de datos no están disponibles, a veces son simples documentos de Excel que pasan de mano en mano. No puedes borrar tu teléfono de ahí", explica Ricardo Silva.

La parte más "tranquilizadora" del asunto, aclara el experto, es que "no continúan indefinidamente en el tiempo". Es decir, llegará un momento en el que los delincuentes, tras varios intentos fallidos de acceder a tus datos, dejen de intentarlo. Los ciberataques no suelen ir dirigidos a un individuo en concreto; se lanzan al mayor número posible de potenciales víctimas para captar a alguien.

"Al cabo de un año o dos dan por amortizada una base de datos y utilizan una nueva en la que probablemente ya no figures", explica Silva. De acuerdo con el modus operandis de los ciberdelincuentes, cualquiera puede ser víctima de una estafa de este estilo.

Al contrario de lo que se pudiera pensar, las personas mayores no suponen el grueso de los casos: "No viven tanto en ese mundo tecnológico y les afectan menos estas estafas. Pero sí es cierto que si los localizan es más fácil que caigan y confíen, sobre todo si les llaman diciéndoles que es alguien de su banco".

"Al cabo de un año o dos dan por amortizada una base de datos y utilizan una nueva en la que probablemente ya no figures"

Teniendo claro cómo operan estos delitos, Ricardo Silva, miembro del Equipo de Investigación Tecnológica de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, apunta varios consejos para tratar de evitarlos. El lema para estos incidentes es que "a mayor comodidad siempre hay menor seguridad". Cuanto más sencillo es el mensaje que se recibe y con menos pasos a seguir, es más probable que sea un timo.

"Lo primero que hay que hacer es leérselo todo y lo segundo ser un poco desconfiado", afirma Silva. El experto recomienda no clicar en los enlaces que llegan por SMS. Por ejemplo, si se está esperando un paquete y nos llega un mensaje de Correos, hacer "el esfuerzo" de entrar en la página oficial de Correos en el navegador para ver el estado del pedido y no acceder vía SMS.

El anterior ejemplo se puede trasladar a todos los posibles fraudes cibernéticos. Porque a veces invertir un minuto más en la comprobación de lo que nos envían es sinónimo de protección ante un delito.

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