Dos ganaderos observan el estado de su granja tras el paso del fuego, a 13 de agosto de 2025, en Cova, Pobra de Trives, Ourense, Galicia (España)
Ofrecido por:
La unión vecinal, clave para combatir los incendios en Ourense: "Salvamos el pueblo"
Una granja ha quedado calcinada con dos becerros y dos perros pastores dentro y sin pasto para el resto en las laderas de Manzaneda
Más información: Incendios en Galicia hoy, en directo: El fuego avanza sin control y arrasa más de 22.000 hectáreas
La colaboración y unión vecinal ha vuelto a ser clave para "salvar" de las llamas a las viviendas de diferentes localidades de la provincia de Ourense, donde los incendios han arrasado más de 20.000 hectáreas de terreno. La Xunta mantiene declarada la situación 2.
"Los vecinos salvamos el pueblo", así lo ha afirmado entre lágrimas, en declaraciones a Europa Press, Roberto Fernández un vecino de la parroquia de Cova en el municipio de Pobra de Trives (Ourense) al visitar la granja de su primo, David Núñez, por primera vez tras el incendio que afectó a la zona en la madrugada de este miércoles.
"Me he quedado sin nada", ha lamentado llorando David al ver su granja calcinada con dos de sus becerros y dos de sus mastines quemados dentro. "Había 6.000 euros, están ardidos, los rollos había 210 encintados, no queda nada y estaba lleno hasta el techo", ha añadido.
Entre "columnas de humo" y un viento que propagaba las llamas a una velocidad "impresionante", Roberto y Diego fueron incapaces de evitar que ardiese el terreno. "Yo llamaba para intentar salir, pero hubo un momento que no contaba con ello", ha explicado Roberto.
Vecinos nonagenarios que salen a apagar las llamas en Chandrexa
La historia de David y Roberto no es única, también en la aldea de Parada Seca, en Chandrexa (Ourense), entre vecinos nonagenarios y otros más jóvenes han salido con mangueras a intentar apagar las llamas durante la madrugada. Brigadas y agentes forestales no podían acceder a la zona a causa del fuego.
En concreto, Olga Núñez, su marido y su nieta, Alba Rodríguez, pasaron la noche intentando apagar llamas que parecían "estar en la puerta". "En media hora o 10 minutos el fuego que parecía imposible que llegase estaba rodeando la casa", ha señalado Alba.
"Mi abuelo, que es un héroe, quiso salir y salimos, yo detrás de él, con miedo y con mascarillas, con las mangueras y con cubos, intentando apagar el fuego", ha continuado.
Al final, esta familia y otras de la aldea consiguieron frenar las llamas antes de tener que lamentar heridos y, "nerviosos", esperan que esta noche "no pase nada".
"Pasó una chica diciendo que aquí no iba a pasar nada y que nos avisarían con tiempo, pero aquí ni nos desalojaron ni nos avisaron, entiendo que no podían acceder", ha explicado Alba.
Una familia en Somoza se negó a abandonar la aldea
Por su parte, en Somoza, en Trives, tras el desalojo de una veintena de personas la noche de este martes, María Josefa Fernández, su hijo José Luís y su marido José Luís Núñez se negaron a abandonar la aldea para intentar poner fin al fuego convirtiéndose en los únicos vecinos que permanecieron.
"No vamos a dejar arder todo lo que hay aquí", ha explicado el joven de la familia, que explica que más de veinte vecinos llegaron de aldeas próximas para ayudar a frenar las llamas, que empezaron a aparecer alrededor de las 20.00 horas de la tarde del martes y que no parecieron apagarse hasta las 06.00 horas de la mañana de este miércoles.
Una docena de vecinos se organizan en Montederramo
En el municipio de Montederramo los focos "se salvaron principalmente gracias a la colaboración de los vecinos", ha indicado el alcalde, Óscar Diéguez, consultado por Europa Press. "El núcleo lo salvaron los vecinos que se movilizaron de manera voluntaria y se ofrecieron y dijeron 'para dónde podemos ir'", ha añadido.
En concreto, ha explicado, las llamas "pusieron en peligro" a tres núcleos de población en el municipio: Xestosa, Casar do Mato y Peredo. Además de Verdocedo de Arriba y Vigueira de Arriba horas más tarde.
Alrededor de las 15:00 horas de la tarde, una docena de vecinos se concentraban próximos a uno de los focos de fuego, descansando tras haber logrado apagar las llamas apenas diez minutos antes, y ya preparados para una posible reproducción. "Esto aún se vuelve a levantar", ha afirmado uno de ellos.