La Policía Local de Lugo ha detenido a una mujer acusada de haber maltratado a su hija, una niña de diez años, en la calle, después de que varios testigos del suceso relataran a los agentes que había cogido a la pequeña por los pelos y le había dado un cabezazo en la frente. La propia Policía Local ha informado de que los hechos sucedieron el pasado martes, sobre las 21:30 horas, en la Plaza de Santo Domingo, en el caso histórico.

Los agentes se presentaron en el lugar al tener conocimiento de que la niña había sido agredida por su madre, una mujer de 43 años. A preguntas de los policías, la menor reconoció que su madre le ha había pegado en otras ocasiones y varios testigos corroboraron el testimonio de la niña. La madre fue detenida acusada de un delito de malos tratos en el ámbito familiar, si bien las dos fueron trasladadas al hospital para recibir asistencia médica. Posteriormente, los agentes instruyeron las correspondientes diligencias para el juzgado competente en materia de violencia doméstica.

El pasado mes de octubre, un padre fue detenido tras pegar una paliza a su hija a las puertas de su colegio. Ante el miedo, la menor acudió a un colegio para refugiarse. Cuando la madre llegó al lugar de los hechos, le contó a la Policía que ambas sufrían violencia de género. No había denunciado por miedo a represalias. La agresión cesó debido a la defensa de otros padres que intentaron proteger a la niña, que huyó hasta el centro escolar donde se refugió. Como publica Diario Sur, fueron esos adultos quienes intentaron retener al agresor que huyó. Posteriormente, fue detenido por la Policía Local de Málaga. Los hechos sucedieron el pasado 18 de octubre, al mediodía, cuando los niños se disponían a salir del colegio, situado en la zona oeste de Málaga. La sala del 092 recibió una llamada que alertaba de que un padre estaba agrediendo a su hija en la puerta del centro, por lo que se envió a la patrulla más cercana.

Cuando los agentes llegaron al lugar, el hombre ya había huido y su hija se encontraba junto a la directora del centro. Los policías locales empezaron por entrevistarse con el personal del colegio y otros testigos para saber exactamente qué había sucedido. Según los testimonios de los padres, el hombre estaba muy alterado. El personal del colegio le informó de que debía esperar en la puerta, como el resto de padres, hasta que saliera la niña.

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