Un bombero malagueño se enfrenta a una posible condena de 20 años de cárcel por auxiliar y rescatar a personas en alta mar en 2017. Miguel Roldán Espinosa, de 32 años, ha sido acusado por la Justicia italiana, junto a otros ocho voluntarios de la ONG alemana Jugend Rettet, de tráfico de personas.

Miguel, que trabaja como bombero en el Ayuntamiento de Sevilla, aceptó acudir al rescate de personas que salían desde Libia, a bordo del barco Iuventa, un pesquero reconvertido para poder realizar labores de rescate. No es la primera vez que el bombero participa de forma altruista en este tipo de acciones, ya que en 2016 también fue de la mano de la ONG Proem Aid a la isla griega de Lesbos en 2016.

"Acepté irme en un pesquero reconvertido al rescate durante 22 días en alta mar enfrente de la costa Libia. Allí tendríamos que interceptar todos los botes que salían dirección Europa, un trayecto imposible para las embarcaciones de baja calidad y masificadas en las que iban los ciudadanos, condiciones que les llevaban a una muerte segura sino los interceptábamos", explica el propio bombero en sus redes sociales.

"Había veces que lo hacíamos en condiciones medianamente buenas y otros era demasiado tarde y ya había ahogados", añade.

La delicada situación que atraviesa Roldán le ha llevado a colgar un vídeo en redes sociales explicando su situación. Se encuentra indefenso, ya que la organización acusada se ha declarado insovlente para hacerse cargo de la defensa del caso.

"Me siento muy orgulloso de ese proyecto porque salvamos muchas vidas y lo he hecho porque es mi granito de arena a este mundo, y no he querido nunca protagonismo, pero en este caso cuento mi historia porque me está acusando con hasta 20 años de prisión y no me queda otra que hacer un llamamiento a la sociedad y las instituciones para pedir ayuda porque veo injusto lo que están haciendo conmigo y creo que al final los verdaderos damnificados son los que se quedan sin ayuda en el mar", ha declarado.