Más que el valor histórico de la vida de Santa Prisca (o Priscila), el interés para los creyentes está en lo que cuentan las fábulas sobre ella. 

Nacida hacia el año 50, vivió las persecuciones del emperador Claudio. Detenida con 13 años por ser cristiana, fue sometida a toda clase de torturas, pero no consiguieron doblegarla.

Según cuentan las "Actas de los Mártires", Pisca fue llevada al anfiteatro para diversión del público. Cuando parecía que un león iba a devorarla, se echó a sus pies. Tras esto, Prisca fue devuelta a prisión y, más tarde, decapitada.

Para conmemorar su fuerte compromiso con Dios, en el siglo V se edificó la Iglesia de Santa Prisca, en Roma. 

Prisca o Priscila no es el único santo que se celebra durante el 18 de enero:

- San Deicolo

- San Jaime Hilario Barbal

- Santa Margarita de Hungría

- San Volusiano