Uno de los componentes más importantes para el progreso de las empresas, y que a veces pasamos por alto, es el factor humano. Los empleados son el corazón de cualquier compañía, y éstas son cada vez más conscientes de la importancia de encontrar y retener el mejor talento para el éxito empresarial. 

Banco Santander quiere convertirse en una de las mejores empresas para trabajar mediante el desarrollo de una serie de políticas internas que les permitan crear un buen entorno laboral en el que los empleados se sientan parte de la compañía. Al mismo tiempo, la entidad está transformando el lugar de trabajo para atraer los mejores perfiles. 

Este deseo de atraer el talento tiene ya un largo recorrido en casos como el de Banco Santander, que ha destinado más de 1.700 millones de euros a educación desde 2002. La entidad, que colabora con centenares de universidades y centros de investigación de más de 20 países impulsando diversos programas de Becas Santander y ayudas al estudio, fomentando el emprendimiento e impulsando la empleabilidad de los jóvenes, fue distinguida como la empresa que más invierte en educación superior en el mundo, según el informe The Fortune 500 Change the world.

Recientemente, para reconocer el trabajo de los becarios Santander, la entidad ha lanzado la campaña Conversaciones sobre el progreso, que brinda la oportunidad de conocer a varios de los jóvenes que han recibido las ayudas de la entidad a través de Santander Universidades, gracias a las que han podido estudiar la carrera de sus sueños, completar su formación con una experiencia internacional o conseguir un empleo. 

Una apuesta clara por el talento

En Conversaciones sobre el progreso hemos conocido a Majed Andiwi, un joven refugiado sirio que está estudiando cine en España gracias a las becas del programa Santander Integra. O a Wafaa Almala, a quien esta misma beca le ha permitido estudiar enfermería y realizar prácticas en el Centro Médico de Santander España

Ahora conocemos también la historia de Angélica Partida-Hanon, una joven mexicana con altas capacidades que a muy temprana edad se dio cuenta de que no terminaba de encajar en el sistema educativo de su país. Quería ir más allá de lo que entonces le estaba permitido a una niña de 12 años. 

“Cuando entré a estudiar primero de secundaria me di cuenta de que no encajaba del todo, así que empezamos a ver la posibilidad de adelantar cursos. Me presenté a todos los exámenes habidos y por haber y al final el rector de una universidad me preguntó si me interesaba estudiar allí”, recuerda Angélica en este vídeo de Conversaciones sobre el Progreso. 

Sus insaciables ganas de aprender le llevaron a entrar directamente a la universidad para estudiar Ingeniería Civil a los 13 años y, solo un año después, empezó a compaginar esta carrera con la de Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad de Cancún. 

Incluso estudiar dos carreras simultáneamente se le quedaba corto, así que a los 17 años decidió venir a España y finalizar su formación universitaria. Para mantenerse económicamente, Angélica fue saliendo adelante “a base de arreglar ordenadores” mientras terminaba la carrera. 

Cuando acabó decidió hacer un máster en Bioquímica, Biología Molecular y Biomedicina y más tarde, el doctorado. En este largo camino, Angélica tuvo la oportunidad de acceder a las ayudas que Banco Santander proporciona a los universitarios, en este caso a través de la Fundación Universia. “Era una ayuda económica que, a pesar de que no era total para poder mantenerme, era un respiro para mí. Duró toda la carrera, el máster y el doctorado”, cuenta. 

Después de haber finalizado sus tesis, relata, “yo estaba planteándome un trabajo después de terminar la tesis y me di cuenta de que me interesaba más el ámbito de la empresa”. Fue entonces cuando conoció a Ana Botín, presidenta de Banco Santander, quien le animó personalmente a formar parte de la plantilla del Santander, ¿por qué no aplicar todo lo aprendido a nivel científico en la gestión de empresas? Ahora, Angélica ha cumplido un año trabajando en análisis de riesgos de crédito para Banco Santander analizando el comportamiento de las variables que influyen en la toma de decisiones y que permiten realizar predicciones sobre el futuro. 

El apoyo a la educación desde hace más de 20 años se ha convertido en una de las causas que Santander ha convertido en prioridad de su estrategia de banca responsable. También es lo que les ha permitido incorporar un perfil brillante como el de Angélica para un área clave para el grupo: “Yo no buscaba entrar aquí en el banco. Yo buscaba tener un puesto pequeño de poca relevancia en una biotech y es como haber ganado la lotería sin haber comprado un billete”.

Descubre con nosotros más historias que impulsan el futuro.