Llega el verano y, por tanto, aumentan las horas de exposición al sol. Un sol ardiente, sin filtros, que provoca que las personas con las pieles más sensibles -aunque debería ser común para cualquier piel- se protejan con mayor ahínco frente a las posibles quemaduras. Los métodos de protección son diversos, destacando los protectores solares en crema. No obstante, también existen prendas fabricadas con tejidos sintéticos más gruesos y tupidos de lo normal, diseñadas para bloquear buena parte de los rayos ultravioletas.

Esto, por supuesto, ha supuesto un boom en el mercado, pero la Organización de Consumidores y Usuarios ha puesto la lupa en varias de estas prendas para analizar su verdadera eficacia. Lo ha hecho mediante un análisis de 12 camisetas de protección solar que han sido sometidas a unas pruebas que simulan un uso real. La conclusión, demoledora: "Algunas pierden la protección UPF 40 anunciada", sentencia la OCU.

Y aunque todas las camisetas de protección analizadas cumplen con la ley, el problema es que la actual normativa europea únicamente contempla las pruebas de protección frente a la radiación ultravioleta para prendas nuevas, sin usar; "una exigencia tan laxa que está al alcance de casi cualquier camiseta normal de algodón", continúa la organización.

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Por ello, la OCU considera que es preciso valorar la protección solar real de las prendas que se anuncien con esta alegación, para lo cual ha sometido a este tipo de camisetas a distintas pruebas simulando el uso real: de estirado, lavado y desgaste del tejido conforme a la norma UV 801, más exigente.

Las suspensas

Lamentablemente ha habido tres camisetas que no han superado las pruebas hechas por la OCU, incurriendo en una suerte de engaño, ya que el consumidor cree falsamente estar protegido frente al sol, pero no lo está. Se trata de las prendas de Patagonia Silkweight Rashguard Flying Fish, new navy (infantil, manga larga), Vaude Solaro II, verde (infantil, manga larga) y Amazon Essentials Secado rápido, azul oscuro (adulto, manga corta).

Y debido a estos resultados, la OCU advierte que los consumidores pueden estar en riesgo desde el mismo momento en que se exponen al sol falsamente confiados en que están protegidos con algunas de estas camisetas. Por ello, ha instado al Ministerio de Consumo para que los textiles con protección solar se sometan a pruebas que simulen un uso real, como las de la norma UV 801 (para prendas en uso).

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Asimismo, la organización solicita que este tipo de prendas indiquen siempre en el etiquetado su Factor De Protección Ultravioleta (UPF), una circunstancia que no todas las marcas señalan en la prenda. Además, el índice UPF debería ir acompañado por la vida útil durante la cual la protección del tejido se mantiene.

Por último, la OCU recuerda que los niveles de radiación ultravioleta más altos se producen al mediodía y en zonas con un cierto grado de reflejo en el suelo (como en la arena de la playa y el agua), pero también en altitud: por cada 1.000 metros que se suben, la intensidad de la radiación aumenta un 10%. La organización también insiste en la aplicación de crema de protección solar en zonas expuestas directamente al sol, que deberá reponerse cada dos horas o cada vez que se salga del agua.