Las claves
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El desperdicio alimentario en el sector agrícola es uno de los principales problemas para los agricultores. Los estándares estéticos actuales ejercen una presión enorme contra los pequeños autónomos que se ven obligados a desechar su producto o venderlo por otras vías.
Las grandes empresas de distribución y los comercios como supermercados exigen que la fruta y la verdura no tenga ningún tipo de marca o roce exterior. Esto provoca que frutas perfectamente comestibles y sanas se queden en el árbol o se tiren al suelo del campo.
Otra exigencia es el tamaño. Los estándares actuales priorizan los tamaños grandes, lo que conlleva a que frutas más pequeñas, que poseen el mismo sabor, dulzura y textura, o incluso más intensidad de sabor al tener menos agua, sean rechazadas por no alcanzar un diámetro específico.
Los agricultores estallan
Salvador es uno de los pequeños agricultores afectados por las exigencias del mercado. Argumenta que antes no se tiraba tanta comida porque existían las categorías comerciales. Primera, segunda y tercera en función del tamaño y la apariencia del producto que vendían.
A juicio de Salvador, el sistema se ha obsesionado con un estándar único. "Están potenciando este sistema que nos obliga a tirar toneladas de comida real y saludable y no no es culpa del agricultor ni del consumidor. Es un sistema que ha confundido calidad con apariencia", aclara.
Salvador tacha las políticas europeas de incongruentes con el medio ambiente. Según él, Europa exige a los agricultores reducir el riego por sostenibilidad, pero luego prohíbe productos que reducen las plagas y obliga a tirar la fruta que es más pequeña que sus estándares.
"Europa habla de sostenibilidad, habla de reducir el desperdicio, habla de proteger el planeta, pero luego mira hacia otro lado cuando miles de toneladas de fruta perfectamente comestible se rechazan por criterios estéticos y de calibre", asevera el agricultor.
Agricultores hartos del desperdicio alimentario
Es un problema generalizado que afecta a grandes y pequeños agricultores: "Esta finca está bastante bien cuidada, pero es posible que de un 5 a un 10%, es bastante normal que se desperdicie en la mayoría de los campos como mínimo", sostiene Salvador.
"La naturaleza no necesita Photoshop. Si queremos un sistema alimentario más justo, más sostenible y más honesto la solución pasa por permitir que llegue al consumidor lo que la tierra produce sin complejos, sin filtros y sin vergüenza estética", subraya el agricultor.
Alternativas ecológicas de los propios agricultores
Para intentar revertir esta situación y evitar pérdidas, los agricultores están confiando el producto que no encaja con las exigencias del mercado a plataformas de fruta y verdura imperfectas. Talkualfoods.com fueron pioneros en España y son el ejemplo perfecto de aprovechamiento.
Venden toda esa fruta rechazada por los supermercados, pero perfectamente apta para el consumo. La mandan a casa en cajas sorpresa con producto variado y trabajan con agricultores de todo el país ofreciendo un precio justo para ambas partes y siendo sostenibles.
