Las claves
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España vive un gran problema en el sector inmobiliario, la falta de oferta ha causado que el precio suba de forma incontrolable, haciendo difícil acceder a una vivienda digna.
Se estima que el año 2025 cerrará un precio medio de 2.100 euros/m² sumando la vivienda nueva y usada. Es decir, una subida interanual cercana al 13%.
Así, el inversor inmobiliario José Ruiz Bautista vio la oportunidad de negocio que hay en este sector y explicó cómo consigue sacar un beneficio mayor al 70% en la venta de viviendas.
Viviendas a la venta
El acceso a la vivienda en España se ha convertido en uno de los principales problemas sociales y económicos de los últimos años.
El aumento sostenido de los precios del alquiler y de la compra, especialmente en grandes ciudades y zonas turísticas, contrasta con unos salarios que no crecen al mismo ritmo, dificultando el acceso a una vivienda digna, sobre todo para jóvenes y familias con rentas medias y bajas.
A ello se suma una oferta limitada de vivienda pública, el incremento de pisos destinados al alquiler turístico y la presión demográfica en determinados núcleos urbanos, factores que han provocado una creciente tensión en el mercado inmobiliario y una mayor precariedad residencial.
En este contexto aparece la figura del inversor inmobiliario, entendido como la persona física o jurídica que adquiere viviendas o inmuebles con el objetivo de obtener una rentabilidad económica, ya sea a través del alquiler o de la revalorización del activo para su posterior venta.
Estos inversores pueden desempeñar un papel relevante en el mercado, aportando capital y dinamizando la oferta de vivienda. "Hemos comprado 20 pisos este mes para nuestros clientes, para venderlo más caro y generarles beneficio", aseguraba José Ruiz Bautista en sus redes sociales (@joseruiz.bautista).
El inversor señalaba cómo había pagado 65.000 euros por la vivienda y "ahora lo vamos a vender por 118.000 euros". "Lo hemos comprado tan barato porque la persona que estaba pagando la hipoteca la ha dejado de pagar", indicaba.
Para alcanzar la compra de la vivienda, Bautista explicaba que habían ayudado a quitar deuda, negociando con la propietaria y consiguiendo el piso a un precio inferior.
"Tiene tres habitaciones, un baño, una cocina y salón. Como ves, no está reformado ni hace falta y además no está en la mejor zona tampoco", afirmaba.
De ese modo, el inversor usaba esta vivienda para ejemplificar cómo "no hace falta invertir en zonas muy bonitas porque en zonas como estas se puede tener un beneficio de más del 70%".
"Recuerda que el piso lo hemos comprado por 65.000 euros más los gastos son 70.000 euros y lo hemos vendido por 118.000 euros", contaba. "Eso nos da un beneficio total de 48.000 euros. Imagínate si repites la operación con 20 pisos diferentes".
La figura del inversor inmobiliario también genera debate social cuando su actividad contribuye al encarecimiento de los precios o a la reducción de viviendas disponibles para su uso residencial.
Por ello, su presencia es uno de los elementos clave en la discusión actual sobre la regulación del mercado de la vivienda en España.
