Las claves
nuevo
Generado con IA
El mundo de la aviación ejecutiva despierta cada vez más curiosidad, especialmente en lo relativo a los salarios y las condiciones laborales de quienes pilotan jets privados.
¿Se gana más que en la aviación comercial? ¿Se vuela más o menos? Estas son algunas de las preguntas que aborda Albert, piloto de jets privados en una entrevista en el canal de YouTube de Adrián Sáenz.
Durante la conversación, Sáenz plantea una de las cuestiones más recurrentes: "¿Cuánto puede ganar un piloto de jet? ¿Es más que un piloto comercial?".
La respuesta de Albert, tan clara como sorprendente, huye de cifras cerradas y pone el acento en la enorme diversidad del sector.
"Bueno, al final depende de la línea aérea, de la empresa, de si es una compañía privada o del propietario… hay un margen de salarios y condiciones muy, muy amplio", explica.
En los rangos más bajos, especialmente para quienes comienzan su carrera en la aviación ejecutiva, los sueldos pueden ser modestos.
"Los primeros oficiales, por poner algún ejemplo, pueden ganar desde 2.000 euros", señala Albert, dejando claro que la experiencia y el tipo de operador marcan una diferencia sustancial.
Sin embargo, el escenario cambia de forma notable a medida que se acumulan horas de vuelo y se asciende a comandante.
"Pasando a comandante con muchas horas, en una compañía con un propietario teóricamente fuerte que pague bien, se pueden llegar a ganar entre 10.000 y 12.000 euros", afirma.
Más allá del salario, la entrevista también aborda la carga de trabajo real, donde Albert aclara que la aviación ejecutiva no opera al margen de la normativa.
"Estamos regulados con las limitaciones comerciales, igual que los pilotos de línea aérea. Dependiendo de cuántos sectores hagas al día y de a qué hora empieces, tienes unas horas máximas o límites para volar".
La estacionalidad también influye de manera directa. "En temporada de verano se vuela mucho más, también dedicas muchas más horas al día. En temporada de invierno, pues es un poco más relajado", concluye.
De esta forma, Albert muestra que se trata de una profesión atractiva pero llena de contrastes, en la que el salario, el ritmo de trabajo y la estabilidad dependen de múltiples factores.
