Las claves
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En lugar de opositar o convertirse en empleados en cuenta ajena, muchos jóvenes deciden emprender por su cuenta y salir adelante con sus propios proyectos o ideas.
Sin embargo, llevar un negocio no es fácil y, en ocasiones, hay que tomar la situación por las riendas y llevarla de la mejor manera posible.
Por ello, el joven de 21 años, Javier Morant, decidió compartir en sus redes sociales (@morantttttt) cómo él tuvo que suplir a una de sus trabajadoras cuando ella se mostraba indispuesta.
Emprendimiento y trabajo
El emprendimiento juvenil en España ha ido ganando fuerza en los últimos años, impulsado por la creatividad, las nuevas tecnologías y el deseo de independencia laboral.
Cada vez más jóvenes se animan a abrir su propio negocio, desde cafeterías hasta startups digitales, convirtiéndose en un motor de innovación y empleo en sus comunidades.
No obstante, iniciar y mantener un proyecto propio no es sencillo: requiere planificación, constancia y una gran capacidad para adaptarse a los imprevistos del día a día.
Uno de los desafíos más frecuentes en pequeños emprendimientos es gestionar el funcionamiento del negocio cuando los trabajadores se ausentan por enfermedad, vacaciones o cualquier otra circunstancia.
Algo que se complica cuando solo hay un único trabajador. En empresas pequeñas cada empleado cumple un rol crucial, por lo que sus bajas generan tensión y obligan a tomar decisiones rápidas para mantener el servicio sin afectar a los clientes.
Así, ese fue justo el caso de Javier Morant, un joven de 21 años que recientemente montó su propio negocio de hostelería y tuvo que afrontar una situación complicada en el funcionamiento del mismo.
"Hoy tenía un problema porque la chica que está ahí todos los días no podía ir porque estaba enferma", aseguraba. "Y bueno me ha tocado a mí, evidentemente, como jefe dar ejemplo y hacerlo yo".
El emprendedor reflexionaba sobre su rol como jefe en su empresa: "Porque ser un buen jefe no es limitarte a dar órdenes y a decir tienes que hacer esto o tienes que hacer lo otro".
"Ser un buen jefe es ser un buen líder y hacer tú algo y que los trabajadores o las personas que están contigo trabajando contigo lo hagan detrás de ti", apuntaba Morant.
La filosofía de Javier reflejaba un enfoque bastante común entre los jóvenes emprendedores: el liderazgo activo y la cercanía con el equipo.
"Y ser un buen jefe evidentemente también es ofrecer flexibilidad si la persona que está todos los días está enferma", indicaba el joven. "Y nada, este vídeo solamente era para ofrecer mi visión de ser un jefe y para que sepáis que ser jefe no es no trabajar, es trabajar el que más".
Morant subrayaba así el compromiso personal con su empresa y su pensamiento para mantener la eficiencia en su equipo.
En conclusión, la experiencia de jóvenes como Javier muestra que emprender en España implica mucho más que gestionar un negocio: es adaptarse, tener resiliencia y un estilo de liderazgo que combine autoridad con cercanía.
Aunque los retos diarios puedan ser exigentes, asumir responsabilidades, cubrir imprevistos y liderar con el ejemplo son lecciones clave para quienes buscan consolidar su proyecto y construir un equipo.
