Las claves
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Generado con IA
Durante un período de hospitalización, los pacientes y sus familiares suelen disponer de muchas horas libres mientras se recuperan o esperan a la evolución del tratamiento.
Sin embargo, servicios de entretenimiento como el acceso a la televisión o la conexión Wi-Fi tienen un coste por hora que, en muchos casos, termina generando facturas elevadas.
Así lo explica Almudena Alonso, una mujer que estuvo hospitalizada y que denunció los diferentes cargos que tuvo que asumir por estos servicios, calificándolos de "abusivos".
Gastos en el hospital
En España, la atención hospitalaria está cubierta en su mayoría por el sistema sanitario público, lo que significa que los pacientes no pagan por consultas, intervenciones o estancias dentro del hospital.
Esto garantiza que cualquier persona pueda recibir tratamiento médico sin importar su situación económica, lo que constituye uno de los pilares del sistema de salud del país.
Sin embargo, aunque la asistencia médica no tiene coste directo, existen otros servicios dentro del hospital que sí implican gastos adicionales para los pacientes.
Entre ellos se encuentran el acceso a la televisión, la conexión Wi-Fi o incluso algunas comodidades extra dentro de la habitación.
Estos servicios suelen cobrarse por hora o por día, lo que puede generar facturas considerables, especialmente en largas estancias.
"Metes la habitación, dices en cuál estás y por día", aseguraba Almudena Alonso, una paciente que estuvo en Y Ahora Sonsoles hablando de su caso. "Nosotros contratábamos por día porque no sabíamos el tiempo que iba a estar hospitalizada".
Esto tuvo como consecuencia que Almudena y su familia afrontasen una factura de cerca de 50 euros por tan solo cinco días de consumo de la televisión y el wi-fi.
"Estuve hospitalizada unos 8 días pero de eso, decidí usar la televisión, teléfono y wifi unos 5 o 6 días", apuntaba Almudena. "Cada día a día era televisión o Wi-Fi, eran unos 10 euros diarios. Al final decidimos ya no hacerlo".
Todo esto motivó que ya no quisiesen hacer uso de ninguno de estos servicios en sus dos días restantes en el hospital. "El resto de los días pensábamos que era algo abusivo, nos viene bien una vez que estás hospitalizado para poder distraerte pero no a cualquier precio", indicaba.
"Hay que sumarle la comida de los que te visitan, el parking, ves la televisión para estar distraído o la alternativa que era el teléfono que también lo necesitabas. Terminé a ratos tele y a ratos libros".
El caso de Almudena no era el único afectado por los precios del acceso a la televisión y el Wi-Fi, Carlos Reina fue otro hombre que vivió algo similar solo que su factura fue mucho más alta.
"Estuve por unas sepsis una semana en UCI y casi tres meses en planta", aseguraba. "Claro, hacía uso de ese medio audiovisual a diario. Al final gasté alrededor de 200 euros".
Este contraste entre la gratuidad de la atención sanitaria y el coste de ciertos servicios de ocio o comunicación ha generado críticas entre pacientes y familiares.
Muchos consideran que los precios son elevados para las prestaciones que, aunque no esenciales para la salud, se han vuelto casi indispensables durante los días de hospitalización, especialmente para quienes pasan largas jornadas esperando o recuperándose.
