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Las claves

En España, la hostelería es un sector que no deja indiferente a nadie. Mientras los turistas llenan las terrazas y los hoteles marcan récords históricos, muchos propietarios y trabajadores alzan la voz por la crisis laboral que atraviesa el sector.

María es un claro ejemplo de ello. A través de su cuenta de TikTok, la hostelera no ha dudado en sentenciar el comportamiento de los jóvenes que buscan empleo.

Mientras que la tasa de paro en España se sitúa en el 10,45% según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), son muchos los que exigen condiciones poco realistas y demuestran falta de compromiso, así lo sentencia la propia María.

"La gente no quiere trabajar. A mí me sabe muy mal decirlo, pero a este paso yo creo que el sector se va a terminar", explica a sus seguidores en uno de sus vídeos.

Según cuenta, los aspirantes a los que ha entrevistado para las vacantes en el bar en el que trabaja dejan mucho que desear.

"Si pudieras ver por un agujero las entrevistas que he llegado a hacer, lo que te exigen en comparación a lo que aportan... es surrealista", confiesa la mujer.

Este trabajo es considerado duro por las largas jornadas, los horarios rotativos y la presión constante de los clientes. No es extraño que muchos profesionales acaben tirando la toalla. Sin embargo, quienes resisten lo hacen con un compromiso total.

"La gente que trabaja en hostelería, la todoterreno, sabe de lo que va el sector. Si hay que poner un lavavajillas porque mis compañeros van fatal de tiempo, pues se pone... se sirven mesas, se recogen", detallan los que viven el día a día desde dentro.

"Llegan 10 minutos tarde y se fuman 5 pitillos"

Aunque la joven asegura que intenta ser paciente, no puede evitar la frustración ante tantos candidatos que no aceptan las exigencias mínimas del trabajo.

"Pero te vienen niñitos de 21 años que te dicen que quieren cobrar 1.800 euros, que se van a su hora, llegan 5 o 10 minutos tarde, se quieren fumar 5 pitis y que salen a descansar...", sentencia María, recordando a los aspirantes y trabajadores que más le han llamado la atención por su actitud.

Y continúa: "Lamentablemente, no me estaban vacilando, lo pensaban de verdad. Si supierais la cantidad de gente que no sirve para trabajar...".

Este, tan solo es uno de tantos testimonios de los hosteleros que ponen sobre la mesa los retos reales de un sector donde los perfiles jóvenes reclaman condiciones que parecen lejanas a la realidad diaria de la hostelería.