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El pasado 27 de septiembre, el Financial Times elogiaba el buen desempeño de la economía española durante los últimos años, señalando su crecimiento en el período reciente de hasta un 3% anual.

Sin embargo, a pesar del análisis de la prestigiosa revista, son muchos los expertos y economistas que destacan cómo esa mejora no se ve realmente en el día a día ni en la gente de a pie. En su lugar, hay trabajos cada vez más precarios, una crisis de vivienda y una inflación en el coste de vida.

De hecho, uno de esos economistas críticos con la afirmación de la revista fue José Carlos Díez, resaltando cómo se está perdiendo industria en España en favor de la hostelería.

Industria vs. hostelería

La economía española ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas, con un crecimiento sostenido del sector servicios, la hostelería y el turismo.

Estos sectores generan cada vez más empleo y aportan una gran parte del Producto Interior Bruto (PIB), convirtiéndose en motores centrales de la economía nacional.

Sin embargo, este avance contrasta con la pérdida de industrias y factorías tradicionales. La desindustrialización ha provocado que muchos empleos bien remunerados y cualificados desaparezcan, afectando especialmente a regiones que dependían de la producción manufacturera.

El cambio hacia una economía basada en servicios plantea desafíos sociales y laborales. Los empleos en hostelería, turismo o comercio suelen ser más precarios y temporales, lo que genera inseguridad económica para los trabajadores y dificulta la planificación a largo plazo frente a la estabilidad que ofrecían las industrias tradicionales.

Así, este tema llegó a Capital Radio, donde el economista José Carlos Díez expuso el problema que hay con la economía española actualmente.

"Si lo miramos por el lado de la oferta, que normalmente no miramos el PIB por ahí, y hacemos un análisis estratégico de los sectores que están aportando a la economía española, esos sectores son los grandes demandantes de mano de obra y son los que están provocando el crecimiento", aseguraba.

Así, Díez señalaba el estado de las grandes industrias de nuestro país: "El sector agroalimentario va súper bien y el turismo también. Ha mejorado la calidad de los turistas, los empleos que se van generando son de mejor calidad, se está pagando salarios dignos a los trabajadores de los hoteles y eso va bien".

Sin embargo, el gran señalado es el sector industrial. "Va muy mal", reconocía el economista. "Tenemos una amenaza de China inminente en el sector del automóvil. China ha pasado de exportar un millón de coches al año antes de la pandemia a exportar seis. Y cada año sube un millón su venta".

Podría parecer que el auge de la industria automovilística china no afectaría a España, pero Díez explicó por qué es un duro golpe para nuestro país.

"Ese millón se lo está quitando a las marcas europeas y las marcas europeas producen en España. Hay diez ciudades en España que dependen del automóvil y muchas ciudades y pueblos dependen de empresas de componentes del automóvil, que es el principal motor de la economía", aseguraba.

Lo cierto es que la producción de automóviles está cayendo un 10% en España. "Estás destruyendo empleos industriales de calidad, con salarios buenos por encima del salario medio, sindicalizado, con buenas condiciones de trabajo, horarios normales...", contaba el economista.

¿Qué empleos están ganando más fuerza? José Carlos lo tuvo claro: "Todo eso por empleos en la hostelería y del turismo que bajan el salario medio un 15 o 30%. Con eso no vas a ir bien porque yo con eso no cobro la pensión".

En todo caso, el entrevistador le planteaba la duda de si el auge de la industria automovilística china no podía llegar a beneficiar a España si sus fábricas se asomaba a nuestro territorio.

No obstante, el economista señaló las claves de los peligros que supondría esto. "Si van a venir los chinos, van a bajar márgenes, van a bajar empleo y van a bajar salarios", indicaba el experto.

"Van a llegar y van digitalizar y robotizar todas las plantas y los trabajadores se los van a traer de China", apuntaba Díez.

"Esos trabajadores no van a entrar por el canal de UGT o CCOO y van a cobrar un 30% menos que los que ya están. ¿Cómo van a acabar los sueldos de los que están dentro de 5 años? Ya te lo digo yo, más bajos".

Por ello, es tarea del Gobierno impulsar políticas que favorezcan el desarrollo de industrias estratégicas, como la automovilística, para generar empleo estable y de calidad. Esto permitiría ofrecer mejores condiciones laborales y frenar la pérdida de sectores productivos clave para aso equilibrar la economía, combinando el crecimiento del sector servicios con una base industrial sólida.