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Las claves

Son muchas las personas que tienen en mente ser propietarios de una vivienda. Más ahora, cuando las entidades financieras están ofreciendo competitivos tipos de interés. Pero, para conseguirlo, necesitan poder acceder a la hipoteca. Y ahí es donde aparecen los problemas.

Primero, porque hay que tener el 20% del valor de la vivienda que no ofrece el banco, más dinero para otros gastos como notaría, etcétera. Y luego hay que cumplir el perfil y los requisitos que demandan dichas entidades.

“Los tipos de interés más bajos que aparecen en la publicidad bancaria no están al alcance de todos los solicitantes”, afirma Daniel G. Yurrieta, experto hipotecario de Wypo, plataformas digitales de intermediación hipotecaria.

Perfiles con más opciones

Como relata Yurrieta, “los perfiles que cuentan con ingresos superiores a los 4.000 euros mensuales y buscan hipotecas en torno a los 350.000 euros son los que tienen más posibilidades de acceder a estas ofertas gancho”.

Pero no son los únicos. Hay otros tipos de compradores que también tienen opciones. “Los usuarios con ingresos más moderados, en torno a los 2.000 euros mensuales, que solicitan hipotecas de unos 200.000 euros y con una financiación cercana al 80%, también pueden encontrar un abanico amplio de opciones competitivas”, añade.

Eso sí, y tal y como explica el experto de Wypo, “siempre que presenten adecuadamente su perfil y cumplan con los requisitos básicos que las entidades valoran. La clave está en conocer las reglas del juego y prepararse adecuadamente antes de iniciar el proceso de solicitud”.

Y luego están aquellos que sí tienen sus opciones pero no acaban obteniendo la hipoteca por una serie de errores que cometen y que son tenidos muy en cuenta por los bancos. ¿Cuáles son?

Por ejemplo, fiarse únicamente del escaparate de tipos bajos. “Muchos compradores toman decisiones basándose exclusivamente en el tipo de interés anunciado, sin profundizar en la letra pequeña”, advierte Daniel G. Yurrieta.

¿Qué sucede? “Que no tienen en cuenta que esas condiciones suelen estar vinculadas a requisitos específicos de contratación de productos adicionales, niveles de ingresos mínimos o importes de financiación determinados”.

Otro error es ignorar las plataformas de financiación digital que ofrecen una serie de ventajas como el acceso a múltiples entidades o el análisis de las ofertas más convenientes.

Hay un tercer fallo, que es no comparar. “Acudir únicamente a la entidad de toda la vida o a un solo banco limita enormemente las posibilidades”, indica el experto. Dicho de otra manera, lo que para una entidad no es válido para otra sí puede serlo.

Y, por último, no presentar el perfil de la forma adecuada. “La manera en que se presenta la información financiera ante el banco es determinante. Un mismo perfil puede obtener respuestas muy diferentes según cómo se estructure y documente la solicitud”, subraya.

Dicho de otra manera, “muchos compradores no saben cómo destacar sus fortalezas financieras ni cómo mitigar sus puntos débiles”.

Llegados a este punto, conviene indicar los cinco pilares que tienen en cuenta los bancos al analizar una solicitud hipotecaria. Primero, ingresos demostrables y estables. Segundo, el ratio de endeudamiento. Tercero, la estabilidad laboral. Cuarto, el historial crediticio. Y, quinto, la aportación inicial.