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Las claves

En el mercado laboral español hay una contradicción entre la falta de trabajadores y el número de personas desempleadas. Según los datos del tercer trimestre del año ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de personas en paro es de 2.613.200, 140.900 personas menos que hace un año.

Sin embargo, desde oficios como albañil, electricista, fontanero o carpintero se reivindica la necesidad de que los jóvenes se decanten por este tipo de profesiones porque, cuando los trabajadores actuales se retiren, no va a existir relevo generacional.

Carlos Sancho es un carpintero alicantino con 15 años de experiencia que ha declarado que en España "nadie quiere trabajar". Cuenta que tras 10 años, en su empresa han conseguido "un chico de 23 años con ganas y buena actitud", pero que es una excepción que confirma la regla.

"No les gusta este tipo de trabajo"

En un vídeo en su cuenta de TikTok, el CEO de Alisombra afirma que "en todo lo que sean trabajos físicos hay una falta de relevo importante". De hecho, se muestra preocupado porque actualmente "hay una persona de 59 años trabajando con nosostros al que le quedan 6 años, siete como mucho de trabajo. Cuando él se vaya no tenemos relevo".

Y añade: "Nos estamos haciendo viejos en este sector". Sin embargo, no sólo ocurre en el sector de la carpintería o de la construcción, sino que "al fontanero, al electricista y al del aire acondicionado les pasa lo mismo".

Por lo tanto, el hecho de que España sea uno de los países de la Unión Europea (UE) con una tasa de paro juvenil más elevada (en torno al 24%) -diez puntos más que la media de la UE- colisiona con la escasez de trabajadores jóvenes que afecta de pleno a los empresarios de los oficios manuales.

En su alocución, Carlos argumenta que "a la gente joven no le gusta el trabajo. Los pocos que hemos ido contratando a lo largo de estos años enseguida se cansan y lo dejan. Es un trabajo duro, por eso hay mucha demanda de mano de obra; tienes que coger cristales, cosas que pesan y estás todo el día moviéndote".

Sin embargo, el empresario señala que las nuevas generaciones cuentan con una oportunidad de oro para despojarse de la precariedad vigente, conseguir un trabajo e incluso cobrar una nómina superior a la de los empleados con bagaje universitario.

"Es una gran oportunidad para que la gente joven se empiece a formar, tenga ganas de trabajar y se conviertan en grandes profesionales porque a largo del tiempo podrán cobrar los precios que quieran para hacer este tipo de trabajos", sentencia.