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Las claves

La inteligencia artificial generativa hará que haya una gran reconfiguración dentro del mercado laboral a lo largo de la próxima década. Numerosos estudios sugieren que puede llevar a la pérdida de más de 400.000 puestos de trabajo.

A pesar de que también supondrá la creación de nuevas oportunidades laborales, el impacto de la IA en el empleo representa un riesgo para miles de personas, que podrían verse apartadas de sus tareas actuales y obligadas a reinventarse.

Mientras las empresas incrementarán su productividad gracias a la automatización, los trabajadores no siempre recibirán la misma recompensa. Sin embargo, un análisis de Randstad apunta a que muchos empleos no sufrirán efectos considerables.

Se estima que cerca de 15 millones de puestos no se verán demasiado afectados por la inteligencia artificial. Sectores como la ganadería o la agricultura, y en especial los oficios manuales —electricistas, mecánicos, fontaneros— lograrán mantenerse, principalmente por la complejidad de su automatización.

El empresario José Elías, presidente de Audax Renovables y de supermercados La Sirena, coincide con muchos expertos en señalar que los trabajos que la IA no podrá reemplazar serán los mejor remunerados en el futuro.

El valor creciente de los oficios tradicionales

El multimillonario explica que esta descompensación entre oferta y demanda ya es evidente en determinadas profesiones. Asimismo, explica que, en algunas localidades, la escasez de profesionales de oficios manuales como electricistas o carpinteros, hace que estos profesionales puedan establecer tarifas muy altas por la alta demanda.

José Elías cree que la inteligencia artificial "se va a cargar el 80% del trabajo de oficina", mientras que nadie quiere dedicarse a oficios tradicionales. Es por ello por lo que considera que profesionales como electricistas o fontaneros se pueden aprovechar de la situación.

En su newsletter para empresarios, asegura que estos trabajadores pueden cobrar entre 50 y 200 euros la hora, al mismo tiempo que destaca uno de los principales problemas que hay: el desprestigio a nivel social de las labores técnicas.

Por otro lado, un informe de The Valley Business and Tech School sugiere que la inteligencia artificial, lejos de suponer un reemplazo de las personas en tareas creativas, puede ser un gran catalizador.

La tecnología permitirá a los profesionales mejorar su productividad, pudiendo encontrar múltiples soluciones antes de su aplicación, puesto que la IA facilita la creatividad e intuición y permite que los trabajadores se puedan centrar en las decisiones estratégicas.

La conclusión final de José Elías con respecto a la IA es que esta tecnología no podrá ejecutar tareas físicas esenciales, de manera que será necesario revalorizar los oficios manuales antes de que la falta de estos profesionales suponga un problema real para la sociedad.

¿Qué empleos están a salvo de la inteligencia artificial?

A medida que la inteligencia artificial está cada vez más presente en nuestras vidas, cada vez surgen más dudas y preguntas al respecto. Entrando en una era de automatización, muchas personas se preocupan por si la IA les va a quitar el trabajo.

Es una realidad que cada vez son más las labores que la inteligencia puede realizar, ahorrando en costes y de una manera más rápida y eficiente, y por este motivo hay que saber prepararse para un futuro en el que sea algo habitual de nuestro día a día.

En todo caso, se puede confirmar que los trabajos que mejor resistirán a la IA y la automatización laboral son aquellos que, como dice José Elías, involucran características específicamente humanas que un robot no podrá imitar o duplicar.

Este es el caso de la destreza social, la inteligencia emocional y la interacción corporativa. Igualmente, los sectores creativos sin rutinas rígidas también tendrán un menor riesgo de quedarse sin trabajo por culpa de la inteligencia artificial.

Más allá de los profesionales de oficios manuales como electricistas, fontaneros, albañiles…, hay otros empleos que, al menos en un principio, no se verán afectados por la IA y que incluso les pueden ayudar en determinados casos sin suponer un riesgo para ellos.

Un sector con un bajo riesgo de automatización es el médico, ya que se trata de una actividad compleja en la que se precisa de flexibilidad y la capacidad de adaptarse a situaciones que son impredecibles.

Entre los empleos con menos posibilidades de verse afectados por la IA, se encuentran los siguientes:

  • Sanitario: trabajadores del sector de la salud, como enfermeros, terapéuticas o médicos, no se verán afectados por la IA, y es que, aunque puede ayudar en determinadas labores, no se verán reemplazados por esta tecnología.
  • Docencia: el terreno de la docencia también tiene un bajo riesgo de automatización, de forma que maestros, administradores escolares o instructores pueden verse menos afectados por la inteligencia artificial.
  • Artístico: el sector artístico, en el que la creatividad es imprescindible o requiere de situaciones imprevisibles y actuales, tampoco se verá tan afectado como se cree. De esta forma, a pesar de los avances, los pintores, escritores, periodistas o músicos podrían estar a salvo.
  • Servicios de atención personal: aquellos servicios relacionados con la atención o cuidado personal, como peluqueros, preparadores físicos, entrenadores deportivos o cosmetólogos, tienen menos posibilidades de verse afectados por la IA.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, las personas jóvenes que están considerando sus opciones laborales para elegir una profesión, deberán plantearse el futuro del sector laboral que les interese a medio y largo plazo, teniendo en cuenta cómo puede afectarles la implementación de la inteligencia artificial.