Las claves
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Actualmente la vivienda supone uno de los principales problemas para los españoles, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Con unos precios en constante alza que convierten este bien en un auténtico lujo.
El motivo principal de estos inalcanzables precios es un choque entre la oferta y la demanda de vivienda, con una población que sigue creciendo que busca un lugar donde vivir y una importante escasez de oferta.
La respuesta a esta problemática puede parecer simple: construir más. Sin embargo, Patricia Hernández, constructora y promotora inmobiliaria con 20 años de experiencia, explicó en Espejo Público los factores que dificultan que, en efecto, se construyan más viviendas.
"Se agrava año a año"
La experta comenzó destacando que la realidad es que "la construcción de vivienda realmente es un proceso muy complejo y que requiere muchos tiempos". Estos tiempos, sobre todo, están marcados por "la situación de suelo" que se presente.
Así, señaló que una de estas situaciones es el suelo finalista: "Es un suelo que ya reúne las condiciones de urbano, por lo tanto podemos encargar un proyecto arquitectónico, solicitar una licencia, iniciar las obras y en dos, tres años, pueden tener esas viviendas".
No obstante, explicó que este tipo de suelo que permitiría tener nuevas viviendas en dos o tres años, en una ciudad consolidada "es escaso" y esto ocurre sobre todo "en ciudades en las que la gente quiere vivir".
En este punto, enfatizó que está el "problema que estamos viviendo hoy": "Vivienda hay, lo que ocurre es que no la hay en la cantidad suficiente para atender la demanda de aquellas ciudades en las que la gente está viniendo de forma importante".
Patricia Hernández Cobo, constructora y promotora inmobiliaria
Un ejemplo de este tipo de ciudades es Madrid, donde comentó la experta que "llegan más de 100.000 personas al año y esto hay que realojarlo".
Esta situación "se va agravando año a año", porque, como señaló previamente, "en la ciudad consolidada hay poco suelo finalista y ese suelo, además, cuando existe son pocas viviendas".
Con esto surge la duda: ¿Cómo se puede construir en ciudades como Madrid y Barcelona? La constructora explicó que el proceso en este tipo de metrópolis es acudir a las llamadas "bolsas de suelo".
"Con el suelo finalista no vamos a resolver el problema que tenemos, hay que acudir a las bolsas de suelo que son áreas grandes de desarrollo urbanístico, con suelo urbanizable", explicó Hernández.
Sin embargo, este tipo de suelo tiene una diferencia elemental con el suelo finalista: "Esto tarda de media ponle que 20 años muy tranquilamente".
El motivo detrás de esta vasta diferencia de tiempo, radica en que "al final es un proceso de transformación jurídico y físico muy complejo en el que intervienen multiplicidad de agentes, muchos de ellos de naturaleza pública", comenzó exponiendo la constructora.
"Al final, hay normativas muy rígidas que son muy difíciles, también intervienen organismos que no son públicos como las compañías suministradoras que son monopolísticos y que a lo mejor tienen otras prioridades", continuó.
Con todos estos factores y procesos la suma de tiempo llega hasta los 20 años. Cuidando que en esa línea de tiempo, "no pase una crisis y que esos recursos financieros que se necesitan para invertir esas cantidades, no se comprometan", acotó Hernández.
Susana Griso, presentadora (derecha), y Patricia Hernández Cobo, constructora y promotora inmobiliaria (derecha)
Estos obstáculos burocráticos al final consiguen que en ciudades como Madrid haya al menos 150.000 viviendas sin construir por estar a la espera de estos procesos.
Sobre este dato, corrigió la constructora que "eso es solo en la ciudad, si lo extiendes a todo el área metropolitana podríamos llegar a las 200.000 viviendas que están retenidas esperando que se completen esos trámites para poder empezar ya la construcción".
De esta manera, surge la duda de cuál es la verdadera solución a esta problemática: si disminuir los procesos burocráticos para la construcción, inventar otra fórmula de acceso a la vivienda como el 'coliving' o distribuir a la población en la conocida 'España vaciada'. Habrá que esperar y ver.
