Hoy en día hay trabajos que han perdido todo el atractivo para los jóvenes. Y uno de los que más ha caído en picada es la construcción.
Ser albañil ya no entra en los planes de los niños ni adolescentes. Casi nadie sueña con ponerse el casco, y eso está dejando al oficio sin relevo generacional.
El resultado es que faltan manos por todos lados, las obras se retrasan y cuesta 'un mundo' cubrir puestos.
"Necesitamos mano de obra para construir"
Los datos del Banco de España reflejan esta realidad: hacen falta 700.000 viviendas para cubrir la demanda que se tiene ahora mismo.
Como no se llega a ese ritmo, los precios de los pisos son altos y la oferta de vivienda está en mínimos.
Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción, así lo dijo en La Linterna: "Necesitamos mano de obra para construir".
Según explica, uno de los grandes problemas de este panorama es que no hay gente cualificada para trabajar. Y para ello, propone "incorporar a mujeres, jóvenes e inmigrantes al sector de la construcción".
El paro juvenil, que se mantiene como uno de los más altos de la Unión Europea, y entre 300.000 y 600.000 inmigrantes sin papeles en España podrían aportar bastante si se les forma y se les regulariza en el sector.
Por el contrario, los trabajadores mayores de 45 años han aumentado significativamente. Hace veinte años representaban algo más del 30% del total, ahora superan el 65%, dibujando un paisaje marcado por el envejecimiento.
De este modo, la escasez de mano de obra especializada refleja un desafío estructural que, de no abordarse con la rapidez que se necesita, podría afectar seriamente al sector en los próximos años.
Tal y como señalan los expertos, para revertir esta escasez de albañiles en España es imprescindible implementar medidas que hagan el oficio más atractivo para los jóvenes, como mejorar los salarios, las condiciones laborales y la formación profesional.
Lo cierto es que el sector necesita caras nuevas, gente con ganas de aprender y tomar el relevo. Solo si se consigue atraer talento joven y dar paso a una nueva generación, la construcción podrá seguir adelante y responder a toda la demanda de vivienda y reformas que hay en la actualidad.
