Es una realidad que España vive un serio problema de vivienda. Entre el problema de la okupación, el auge de los pisos turísticos, la escasez de oferta y la subida de precios, encontrar una vivienda parece misión casi imposible.
Este problema se vuelve más grave para los jóvenes dado que no solo tienen que hacer frente a este problema de vivienda, sino que sus salarios precarios los vuelven aún más vulnerables.
Por ello, este tema llegó a Y Ahora Sonsoles, donde el economista Carlos Rodríguez Braun no dudó en analizar el problema y por qué no parece que se vaya a solucionar a corto plazo.
El problema de la vivienda
El acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas sociales y económicos en España, especialmente para los menores de 35 años.
El aumento del precio del alquiler, la escasez de vivienda asequible y la dificultad para acceder a una hipoteca hacen que emanciparse sea, para muchos jóvenes, casi un lujo.
Según Idealista, aproximadamente solo el 15,2% de los menores de 35 años consiguen emanciparse. Una cifra que refleja un mínimo histórico y cómo acceder a una vivienda se ha convertido en un privilegio para los jóvenes españoles.
Mientras tanto, las medidas públicas como los topes al alquiler, las ayudas al alquiler joven o los programas de vivienda protegida no logran resolver el problema de fondo: un mercado tensionado, con alta demanda, poca oferta y una brecha generacional que dificulta el acceso a un derecho básico.
Así, en Y Ahora Sonsoles se contó con varios jóvenes mostrando cómo se adaptaban a este problema: heredando la casa de sus abuelos a temprana edad, quedándose con una parte de la vivienda de sus progenitores o viviendo en casa de sus padres hasta más de los 30 años.
Ante esta situación, el economista Carlos Rodríguez Braun fue claro sobre estas soluciones. "Son buenos parches, pero reflejan el incremento que hemos sufrido con el precio de la vivienda, que se combina en el caso de los jóvenes con unos salarios bajos y un paro alto", señaló.
"España es un país de propietarios", indicó el economista. "Tenemos el porcentaje de propiedad de la vivienda, posiblemente más alto de Europa. Durante años hemos ahorrado en vivienda y por eso hay tanta para donar. ¿Resuelve el problema? Yo creo que no, testimonia la importancia de la familia y dado que es un país de propietarios, resulta que los mayores ayudan a los hijos".
Asimismo, Sonsoles le planteó sobre qué tipo de soluciones se podrían tomar para arreglar el problema de la vivienda.
"Tenemos poca vivienda y es cara", apuntó Rodríguez Braun. "Lo malo es que todos los políticos, cuando abordan esta cuestión, no me terminan de convencer en lo que hacen. Ya me gustaría tener soluciones, pero desde luego no haría lo que se ha hecho hasta ahora, que es cargar de costes a la vivienda".
"Ponerle impuestos, regulaciones de todo tipo y dificultar trámites de toda suerte para tener el suelo, para edificar... Casi parece la tormenta perfecta", afirmó el economista.
El catedrático fue muy crítico con las diferentes medidas de los políticos para hacer frente al problema y su falta de efectividad.
"Con los alquileres se han equivocado bastante los políticos, y no solo los españoles", afirmaba. "En muchos otros países pasa lo mismo. Hay pocas casas y son caras, y las soluciones no son muy acertadas. Ponerle un límite o un tope a los alquileres lo que hace normalmente es hacer desaparecer la oferta de alquileres".
De ese modo, no dudó en plantear la medida que más podría aliviar el problema de la vivienda y que, por ahora, no se está cumpliendo.
"Todo serán parches hasta que no abordemos el tema principal y es que hay que construir más casas", afirmó. "Es tan simple como eso. Los políticos deberán remar en la misma dirección y facilitar la construcción de más viviendas".
