La okupación se ha transformado en una de las mayores preocupaciones de los españoles. El temor a que, de un momento a otro, un desconocido o incluso un inquilino tome posesión de la vivienda está cada vez más presente.
Pero lo que genera más frustración entre los propietarios no es solo la okupación en sí, sino los obstáculos legales para recuperar la propiedad. En otras palabras, que entren en tu casa y te veas prácticamente atado de manos para recuperarla.
Así, algo así está viviendo Rafa, un vecino de Marbella, que tras adquirir una vivienda, no ha podido expulsar al okupa de la vivienda. Algo que ha derivado en todo tipo de agresiones o incluso mordiscos.
La okupación en España
En abril de 2025 entró en vigor en España la ley antiokupas, con la intención de agilizar los desalojos y endurecer las sanciones contra quienes ocupan inmuebles ilegalmente.
La norma introdujo juicios rápidos, con resoluciones en un plazo máximo de 15 días y permitiendo a la policía actuar de inmediato en las primeras 48 horas cuando se trata de una vivienda habitual.
Si la okupación afecta a segundas residencias o inmuebles vacíos, el juez puede ordenar un desalojo exprés en pocos días si los okupas no presentan un título que justifique su estancia. Además, se han incrementado las penas con el fin de disuadir futuras okupaciones.
Antes de la reforma, los procedimientos eran mucho más lentos. El "desahucio exprés" civil podía llegar a prolongarse de seis meses a dos años, y la intervención policial solo se daba en casos flagrantes o muy recientes. Lo que provocaba una impotencia entre muchos propietarios.
Sin embargo, a pesar de la nueva normativa, sigue siendo difícil para muchos propietarios lograr la expulsión de los okupas. La saturación judicial, los recursos legales y las alegaciones de vulnerabilidad siguen retrasando algunos procesos, generando frustración entre quienes esperan recuperar su vivienda.
Un ejemplo de ello es Rafa, un vecino de Marbella que lleva semanas en conflicto con su okupa. Durante este período, el propietario ha tratado de recuperar su vivienda, pero se ha encontrado con ataques, acosos e, incluso, un mordisco.
"Son muchas amenazas diarias en mi trabajo y en mi casa, y evidentemente una agresión que hubo aquí en la calle porque estaban cambiando la cerradura. Le dije qué estás haciendo, vino hacia mí, se abalanzó con una piedra. Le pude coger la piedra porque si no me iba a atacar con ella, y me dio un bocado muy fuerte. De ahí al hospital. Me tuvieron que poner la antitetiánica", confesaba Rafa en En boca de todos.
La duda surgía sobre cómo llegó el okupa a la casa y cuándo la adquirió Rafa. El propietario fue muy sincero sobre su situación y calvario.
"Yo compré la casa a un precio muy barato, pero estuve durante cuatro meses viniendo" señalaba. "Le dejé mi teléfono en el buzón, puse notas debajo de la mesa...pero yo cometí el error de pensar que se había ido".
En su lugar, lo que Rafa descubrió es que el okupa usaba la vivienda como segunda residencia: "Este va de árabe pero es un pobre desgraciado que ha okupado una casa de lujo y tarde o temprano se tendrá que ir. Yo estoy pasando las consecuencias".
Al parecer, el okupa defiende que la vivienda es suya "porque entró a vivir en 2019 pero el banco lo desahució en 2021". "Me ha hecho ofertas de compra pero con las coacciones de o le vendo la casa o no me quita la denuncia", apuntaba el actual propietario.
La cuestión llegó: ¿Te arrepientes de haber comprado la casa? Ante dicha pregunta, Rafa no dudó en defender su derecho a comprar la casa, especialmente con los precios de hoy en día.
"Un poco sí, pero tarde o temprano este hombre se tendrá que ir. Y la única manera de ayudar a mi hija, como están los precios, es comprar una vivienda así. Esto es de locos. Espero que el hombre no vuelva a cruzar la raya", señaló.
