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Hace seis años, Adrián y Lisa observaron lo que para muchos pasaba desapercibido: una piscina vacía en un hotel. Mientras la industria se centraba en llenar habitaciones, las instalaciones como spas, restaurantes y piscinas permanecían sin uso, generando gastos sin retorno. De esa observación nació Hotel Treats, un marketplace que arrancó en casa con cero euros de inversión y que hoy lidera el mercado europeo de experiencias en hoteles de lujo.

Los inicios de Hotel Treats

En una charla con el influencer Adrián G. Martin, quien también es socio de este innovador socio, Lisa cuenta que al principio no contaban con página web ni grandes recursos. Con un simple PDF intentaban convencer a los hoteles, pero cometieron errores que arrastraron durante años. “Uno de los peores fue negociar comisiones demasiado bajas que después resultaban imposibles de renegociar”, recuerda Lisa.

También confiesa que se enfocaron en ofrecer cualquier servicio sin haber identificado dónde estaba realmente el valor de su negocio. “No supimos dónde encontrar la clave de nuestro negocio”, admite la emprendedora.

En los primeros meses, ellos mismos se encargaban de todo: subir paquetes a la plataforma, responder llamadas a medianoche, atender correos, gestionar contratos y llevar la contabilidad. Cada fundador llegó a tener hasta veinte roles distintos en la empresa, lo que hizo que el arranque fuera tan desgastante como formativo.

Con el tiempo, fueron puliendo su modelo y hoy Hotel Treats tiene dos vías de ingresos bien definidas: su marketplace, donde cobran una comisión del 20 % por experiencia vendida, y las tiendas online personalizadas que desarrollan para cadenas como Iberostar, NH o HS, con una comisión del 10 %.

Gracias a esto, la compañía ha superado los 22 millones de euros en ventas y cerrará 2025 con alrededor de 10 millones, consolidando un crecimiento exponencial con un equipo de 20 personas repartidas entre Mallorca y otros países europeos.

Los retos del emprendimiento

El esfuerzo inicial tuvo un alto costo personal. De acuerdo con Lisa, pasaron cuatro años sin cobrar salarios, sobrevivieron a la incertidumbre del confinamiento cuando Lisa estaba embarazada, y afrontaron pérdidas familiares y migraciones forzadas en medio de la construcción del negocio. Aun así, se mantuvieron en pie gracias a la convicción de que Hotel Treats podía transformar el sector.

La historia de Lisa y Adrián refleja una realidad que muchos emprendedores enfrentan. En España, por ejemplo, en 2023 el 13,5 % de la población adulta estuvo vinculada a iniciativas emprendedoras, de acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2023-2024, presentado por Enisa. Según este mismo informe, un 6,8 % participaba en proyectos recientes (menos de 3,5 años) y un 6,7 % en negocios ya consolidados.

Por otro lado, en 2024 se constituyeron 117.990 nuevas sociedades mercantiles, la cifra más alta desde 2007, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, el capital suscrito para esas empresas cayó un 9,7 % y el capital medio invertido descendió un 17,3 %. Estas cifras muestran que el emprendimiento en España está creciendo en número, pero no siempre en solidez, lo que obliga a los negocios a diferenciarse y a construir modelos sostenibles.

Para Hotel Treats, las claves han sido escuchar a los clientes, ser transparentes y construir relaciones duraderas. “Siempre pensamos como si fuéramos clientes, ofreciendo el trato que nos gustaría recibir”, explica Lisa. Esa filosofía les permitió fidelizar tanto a hoteles como a usuarios, generando confianza en un sector donde la experiencia marca la diferencia.

Soñar en grande

Después de superar retos y anécdotas curiosas —como descubrir que Lisa es la clienta número uno de su propia plataforma, con más de 15.000 euros gastados en experiencias—, hoy los fundadores miran hacia el futuro con ambición. Su objetivo es escalar Hotel Treats a nivel internacional y convertirse en una plataforma de referencia, al nivel de Booking o Airbnb, pero enfocada en experiencias de lujo accesibles.