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Estudios recientes de OpositaTest y Adecco muestran que entre un 41% y un 63% de los jóvenes españoles menores de 25 años consideran su futuro ligado a la Administración Pública.

Estos datos evidencian un cambio cultural: en España, la tradición emprendedora ha cedido terreno frente a la opción de opositar, atraídos por la estabilidad y los ingresos que ofrece ser funcionario.

De tal manera, el empresario y emprendedor español Dámaso Curto no ha dudado en explicar a EL ESPAÑOL qué ocurre con los jóvenes y por qué pasa esto.

Los jóvenes en España

Es una realidad que el esfuerzo entre los jóvenes españoles parece haberse debilitado. Cada vez son más quienes buscan seguridad inmediata en lugar de asumir riesgos y construir su propio camino profesional. Esta tendencia refleja un cambio profundo en la mentalidad laboral.

El emprendimiento, que antes era un motor de innovación y crecimiento, ha perdido fuerza. Crear una empresa requiere asumir retos y dedicar tiempo, algo que muchos jóvenes prefieren evitar. La iniciativa se ve relegada frente a opciones más cómodas.

Como consecuencia, opositar se ha convertido en la meta principal para muchos menores de 25 años. La estabilidad, el sueldo fijo y los beneficios asociados al funcionariado resultan mucho más atractivos. Así, la aspiración a ser emprendedor queda en un segundo plano.

Por ello, EL ESPAÑOL ha hablado con un emprendedor y empresario, Dámaso Curto, que logró reconvertir un taller de marroquinería en un comercio electrónico con más de 100.000 clientes.

"En los años 80 el taller creció, empezó a fabricar sus propias marcas de bolsas, mochilas, etc. También producía para marcas como Nike o Speedo", explicó el empresario. Fue con el auge de la economía china que negocios de barrio como el de los Curto se vio afectado.

"Fueron años duros", indicó Dámaso. "La crisis nos afectó y perdimos muchos clientes importantes. Ahí empezamos a redirigir el negocio".

A partir de ahí, con la entrada de Dámaso junto a la de su hermano en la empresa, la empresa dio una vuelta de 180 grados: "Nos fuimos a China, empezamos a importar y transformamos el negocio en lo que es hoy".

"En 2002 empezamos a apostar por el e-commerce. Fuimos pioneros en nuestro sector. Eso nos dio una ventaja competitiva y nos hizo crecer", apuntó el empresario.

Hoy en día el Grupo Billingham se enfoca al 100% en el comercio electrónico y cuenta con más de 100.000 clientes. Así, con este crecimiento alcanzado con el empresario, es interesante su perspectiva sobre cómo ve a los jóvenes hoy en día.

"En España el fracaso sigue siendo un estigma, pero para mí es la mejor escuela. En mi familia lo vivimos y de esos fracasos aprendimos para tener éxito. Mi consejo: empezar poco a poco, con foco en una idea clara, validarla rápido y no tener miedo a rectificar", afirmó el emprendedor.

Curto explicó que el emprendimiento no se debería considerar como "un salto al vacío" sino como un camino paso a paso. "El "growth hacking" explosivo no es lo normal; lo habitual es avanzar con paciencia. Rodearse de buenos mentores también ayuda a evitar errores", indicó.

De hecho, no dudó en contar cómo considera que, pese a que "la Generación Z tiene gran preparación digital, más que nunca", a menudo le falta "tolerancia al esfuerzo y paciencia".

"Muchos jóvenes quieren responsabilidades demasiado rápido. La cultura del esfuerzo se está perdiendo, aunque también llegan jóvenes preparados de otros países con muchas ganas de trabajar, lo que supone competencia para los españoles", declaró a EL ESPAÑOL.

En conclusión, si bien hoy en día los jóvenes tienen una gran formación académica, muchos priorizan la seguridad de ser funcionarios sobre el emprendimiento. Esto refleja una pérdida de la cultura del esfuerzo y la iniciativa personal. Por ello fomentar el espíritu emprendedor será clave para equilibrar el futuro laboral.