Las empresas extranjeras están dejando de invertir en España. Según la Secretaría de Estado de Comercio, en el primer semestre de 2025 la inversión extranjera ha caído un 60,4% respecto al mismo periodo del año anterior.
Eduardo Bolinches, economista y colaborador de EL ESPAÑOL, ha explicado en El programa de Ana Rosa las posibles causas de esta situación.
"Es un mix de cosas. A nivel internacional no está el mundo para echar cohetes, hay guerras bélicas y guerras arancelarias", sostiene el analista financiero.
La otra principal causa, según el economista, es la situación política en España: "Mi hermano lleva 20 años viviendo en Finlandia y le preguntan qué diablos está pasando aquí".
"Ve que se gobierna desde Waterloo, no tenemos presupuestos desde hace dos años, el nivel de corrupción campa a sus anchas", añade Bolinches.
Pero el economista matiza. Esto último no es un problema circunstancial. "Ahora y antes. No nos olvidemos que había un gobierno anterior que despedían a una persona y rompían el disco duro a martillazos. Esto no lo entienden fuera de España", sentencia.
Eduardo Bolinches menciona como otro factor los impuestos temporales que se mantienen en el tiempo, como "el impuesto a la banca o a la energía".
También habla de la Feria del Azulejo en Italia, que ha arrancado recientemente y que asegura que "se va a suspender en España".
"Las empresas de automoción están construyendo muchas fábricas en Marruecos y ciertos modelos que se hacían en España los harán allí", afirma.
Incluso el apagón nacional del 28 de abril lo considera otro factor que refleja la inestabilidad del país, junto a "los problemas" de Renfe.
Eduardo Bolinches cree que "el problema es que tenemos muchísima burocracia". Esto, junto a la regulación y la fiscalidad "es lo que mata".
El economista deja una dura afirmación: "Estamos muertos de papel, nos inunda la burocracia. Esto las multinacionales lo tienen muy en cuenta".
"La Unión Europea tiene 27 países y el dinero no tiene patria. El dinero viaja a donde más seguridad va a encontrar en todos los términos. Y ahora mismo, no es España", concluye el analista.
