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Casi cuatro de cada diez jóvenes trabajadores en España, de entre 18 y 30 años, no llegan a cumplir un año en su empleo. Son datos de un estudio de Randstad.

La causa principal no es la falta de compromiso, sino la elevada rotación: muchos son despedidos o ven extinguidos sus contratos antes de alcanzar ese periodo.

Esta inestabilidad laboral no solo limita la posibilidad de ahorrar o emanciparse, también condiciona su futuro. Isabel Aranda es experta en recursos humanos. Sin embargo, según contó en COPE, "los jóvenes se van de su trabajo al año porque quieren el lugar perfecto".

"La generación Z gana menos que los demás"

Según la experta, hay varias causas que explican esta alta rotación laboral, siendo la económica una de las primeras.

La generación Z gana casi la mitad que la siguiente generación. Esto provoca que se busquen mejores oportunidades cambiando de lugar.

"Se prioriza el bienestar, el estilo de vida propio y esta generación maximiza precisamente esa actitud", confiesa la experta.

El cambio cultural también pesa en esta tendencia. Antes, lo normal era aferrarse a un empleo estable, aunque no fuese perfecto.

Hoy, en cambio, muchos jóvenes priorizan la flexibilidad, unos horarios que les permitan conciliar y empresas cuyos valores encajen con su forma de vida.

Por eso, si no encuentran ese "trabajo ideal", la experta asegura que no dudan en marcharse y seguir buscando.

Aunque el objetivo de las nuevas generaciones es encontrar mejores condiciones laborales, muchos son despedidos antes del año.

"Con el tema de los contratos de prácticas se juega mucho. Renuevas a la persona que tienes en prácticas y es una forma de gestionar el puesto de trabajo", puntualiza Aranda.

La experta explica que los sectores con menos cualificación son los que más sufren la rotación temprana.

"Cuanto más tecnificado o con formación específica, más probabilidades de tener mejores condiciones de trabajo", señala.

Por el contrario, los ámbitos digitales y tecnológicos suelen ofrecer entornos más atractivos y salarios más competitivos, lo que ayuda a retener talento.

Sin embargo, los jóvenes buscan algo más. "Se busca la flexibilidad en los horarios y unos valores corporativos que sean acordes con los de uno mismo", confirma.

En caso de que no se cumplan estas expectativas, ni siquiera se piensa en postularse a la posición laboral. Tal y como explicó, esta actitud de las nuevas generaciones no es un rechazo al trabajo.

Más bien se traduce en la búsqueda constante de un lugar que se ajuste a su estilo de vida y expectativas profesionales. En resumen: "Quieren el lugar perfecto"