Publicada

Cada país funciona de diferente manera bajo sus creencias culturales, y en muchos casos pueden distar mucho entre naciones. Así, mientras en España se cree algo, en China se entiende algo completamente diferente.

En relación con la pobreza parece que se tienen conceptos... muy diferentes. El empresario Adrián Díaz estuvo en Herrera en COPE para explicar la cultura china hoy en día.

Así, el emprendedor fue muy sincero a la hora de contar la manera que se percibe a la gente que pide limosna en las calles en comparación a España.

La pobreza en China

Según los datos de Eurostat, se calcula que en nuestro país el pasado año el porcentaje de población española en riesgo de pobreza o exclusión social era del 25,8%, es decir un equivalente a cerca de 12,5 millones de personas.

En comparación con la media europea, España se encuentra por encima del 21%. Sin embargo, si se miran las cifras del año anterior, el nivel nacional ha descendido en un 0,7 puntos porcentuales.

Por otro lado, China en 2020 aseguró haber erradicado la pobreza extrema mientras que de acuerdo con el Banco Mundial, el porcentaje de pobreza era del 0,4%. Teniendo en cuenta que la población china es de 1.409 millones de personas, por lo que el porcentaje se ajustaría a 5,6 millones de personas.

Comparando cifras de ambos países, España tiene más personas en riesgo de pobreza aún teniendo una población mucho menor. Y es que eso se puede ver solo en las calles dado que en el país asiático no se suele ver a personas pidiendo limosna, en contraposición con lo que se vive en las grandes ciudades españolas.

Ha sido Adrián Díaz, un empresario español residente en China, que se ha encargado de contar esta realidad.

"Porque, si tú estás en la calle pidiendo, es porque “te lo mereces”. De hecho, no hay personas pidiendo en la calle. Cuando digo “te lo mereces”, obviamente estoy trasladando lo que piensa un chino, no lo que pienso yo", señalaba Díaz.

El empresario explicó que a veces gente que va a China le dice que sí llegan a ver personas pidiendo dinero, pero su respuesta es clara: "Eso es que específicamente van a estar donde están los turistas, porque saben que los turistas sí dan limosna. En un barrio normal de una ciudad media china jamás vas a encontrar a alguien en la calle".

Al parecer la población rechaza plenamente pedir limosna y solo se aplica a casos en los que son personas que no pueden trabajar por motivos médicos, en parte por su sistema sanitario.

"Salvo casos de personas con problemas médicos —alguien que ha perdido los brazos, por ejemplo— porque ahí sí hay solidaridad. Justamente, como la sanidad es de pago, uno sabe que no va a poder trabajar si tiene alguna condición médica, y ahí sí existe esa solidaridad", apuntó.

Por tanto, si alguien está "en edad de trabajar" y "en plenas capacidades", el empresario defiende que allí "no existe 'el mercado de la limosna'".

"Nadie daría dinero; por tanto, no hay nadie pidiendo, porque sabe que va a acabar el día como empezó y buscará una manera mejor de ganarse la vida", afirmó.

De tal manera, el gran problema en China no es que falten trabajos sino trabajadores: "Con una tasa de desempleo real negativa —faltan trabajadores en China—, nadie que tenga su cuerpo preparado para trabajar tiene sentido que no lo haga. Y, si no lo hace, es porque se puede permitir no trabajar y, en ese caso, es un privilegiado".