Los planes de pensiones son uno de los productos de ahorro e inversión a largo plazo más utilizados a la hora de complementar la pensión pública al jubilarse. En España, más de ocho millones de personas tienen uno contratado pero pocos son conscientes del impacto fiscal que supone su rescate futuro. Según datos recientes, desde el 1 de enero de 2025 ya se puede recuperar el dinero acumulado con al menos 10 años de antigüedad, aunque Hacienda sigue llevándose una parte importante.
"La gente va al día y no se plantean que de cara a la jubilación, a la hora de rescatar los planes de pensiones o lo poco que hayas ahorrado, Hacienda viene por caja también", asegura el asesor financiero Javier Rumbo en uno de sus vídeos de JP Financial. Un desconocimiento generalizado que para este experto existe en España por este tipo de pensamiento: "Como es hasta que me jubile o cuando me jubile, queda mucho para eso".
El problema, asegura, llega cuando el ahorro se materializa en una cifra que no es la que se espera. "Un plan de pensiones que rescates por ejemplo 100.000 euros, el 50% se lo lleva Hacienda. Entonces ya no tienes 100.000 euros...". El experto detalla que aunque existe una bonificación del 40% para las aportaciones anteriores al 31 de diciembre de 2006, "luego hay que pasar por caja a rendimientos del trabajo".
La fiscalidad es, para Rumbo, uno de los puntos más críticos. Al rescatar un plan de pensiones, ese dinero tributa como si fuese salario, lo que puede disparar el tipo marginal en el IRPF hasta el 45%. Una circunstancia que puede suponer un importante susto para quienes rescaten todo el capital de golpe y sin planificación ni estrategia.
Además, cuestiona abiertamente la utilidad actual de estos productos como incentivo de ahorro. "El plan de pensiones se lo han cargado prácticamente con unas aportaciones máximas de 1.500 euros o a los autónomos sí se lo han abierto un poco más, creo que hasta 4.000 euros. ¿Qué sentido tiene? ¿Qué ahorro fiscal tengo ahí? Nada, prácticamente".
Frente a este panorama, Rumbo recomienda constancia y aportaciones pequeñas pero regulares: "Tus 50 euros o 100 euritos mensuales". La clave, asegura, es la disciplina y pensar a largo plazo. Sin embargo, subraya que incluso así, el sistema actual penaliza al ahorrador en el momento más delicado: la jubilación.
Una realidad por la que lanza una crítica directa al Ejecutivo: "Este gobierno debería darle una vuelta al tema de los planes de pensiones y sobre todo a la hora del rescate". Y es que la actual presión fiscal que hay en este tipo de rescates, puede hacer que el esfuerzo de años se vea mermado después de toda una vida de trabajo.
¿Plan de pensiones o en un fondo de inversión?
A la hora de ahorrar a largo plazo, una de las principales diferencias entre los planes de pensiones y los fondos de inversión es la liquidez. Mientras que los fondos permiten recuperar el dinero en cualquier momento con un simple reembolso, los planes están restringidos y solo se pueden rescatar en casos muy concretos como la jubilación, paro de larga duración, invalidez o tras 10 años de la primera aportación.
En cuanto a costes y comisiones, los fondos (especialmente los indexados) suelen tener estructuras más competitivas. Por ejemplo, un fondo indexado al S&P 500 puede tener un coste total inferior al 0,5% mientras que un plan que replica el mismo índice supera el 1,2% anual. Esto a largo plazo repercute en la rentabilidad neta del inversor. Además, los fondos ofrecen una diversidad de oferta mucho mayor, tanto por sectores como por zonas geográficas o estrategias de inversión.
Los límites de aportación también marcan diferencias importantes. Los planes de pensiones están sujetos a un tope legal (1.500 euros anuales para individuales), mientras que los fondos permiten invertir sin límite. A nivel fiscal, ambos permiten diferir impuestos pero los planes desgravan al aportar y tributan sólo al vender, como ganancia patrimonial y los traspasos entre ellos están exentos de impuestos.
Elegir entre un plan de pensiones o un fondo de inversión depende del perfil del ahorrador y de sus objetivos. Para quienes busquen desgravaciones fiscales inmediatas y quienes estén dispuestos a renunciar a la liquidez, el plan de pensiones puede ser una opción útil como complemento. Pero para quienes valoren la flexibilidad, menores costes y una mayor variedad de productos, los fondos de inversión se perfilan como una alternativa mucho más rentable y versátil a largo plazo.
