Una jubilación que ya no sea definitiva, sino reversible. Esa es la idea que el Gobierno ha lanzado al debate público: permitir que los pensionistas puedan volver a trabajar, con incentivos y sin renunciar del todo a su pensión.
La medida, que busca aliviar la tensión sobre las cuentas públicas ante la inminente oleada de jubilaciones, plantea que quienes regresen a la vida laboral puedan seguir cobrando hasta un 20% de su pensión.
La propuesta no ha pasado desapercibida en redes sociales, donde jóvenes divulgadores han reaccionado con críticas y escepticismo. Precisamente, Marta, una creadora de contenido que analiza temas de actualidad económica en sus redes, expresa con ironía: "El Gobierno sigue buscando fórmulas para que la población sénior siga dando el callo".
Dicho plan busca dar la opción de que quienes ya se han jubilado puedan reincorporarse, de manera parcial o total, a la vida laboral. A cambio, se les permitirá mantener una parte de su pensión, hasta un 20%, mientras perciben un salario por la nueva actividad profesional.
En la práctica, se trata de una fórmula distinta a la actual "jubilación activa", ya que ampliaría los incentivos y flexibilizaría los requisitos.
Según fuentes ministeriales, el objetivo es "aprovechar el talento sénior" y dar más opciones a quienes no quieren desvincularse del todo del mercado de trabajo.
Asimismo, la medida también tiene un componente financiero clave: la llegada de la generación del baby boom a la edad de jubilación amenaza con disparar el gasto en pensiones.
Marta, en sus vídeos, no se limita a repetir datos oficiales, sino que además da su punto de vista sobre la propuesta.
"El Gobierno plantea una jubilación reversible. Sí, sí, una serie de incentivos para que, si te has jubilado, puedas volver a trabajar. Y es que las cuentas públicas están temblando con la oleada de jubilaciones que viene en los próximos años", manifiesta.
En tono crítico, señala lo que para ella es la esencia de la propuesta: "Vamos, que si te jubilaste y ahora no te llega para vivir puedes volver a deslomarte".
Para esta divulgadora, la pregunta es clara: "De verdad, ¿hay gente que querría trabajar con más de 70 años o va a ser la necesidad la que les lleve a ello?", se preguntaba en dicho vídeo.
Un mecanismo de flexibilidad
En el plano institucional, el Gobierno defiende la medida como un mecanismo de flexibilidad que dará más libertad a los jubilados.
Sin embargo, sindicatos y organizaciones de mayores advierten de los riesgos de que la iniciativa se convierta en una vía encubierta para complementar pensiones insuficientes.
Para ellos, la jubilación reversible podría tensionar aún más a un colectivo que, tras décadas de cotización, debería tener garantizada una vejez digna sin necesidad de volver al mercado laboral.
Sea como sea, la jubilación reversible ya forma parte de la agenda política y mediática. Su aplicación o no dependerá de los consensos que logre el Gobierno, pero lo que está claro es que la discusión sobre el futuro del sistema de pensiones y el papel del trabajo en la vejez apenas ha comenzado.
