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El debate sobre la compra de vivienda como objetivo vital ha vuelto al centro de la conversación, especialmente entre los jóvenes que intentan construir un futuro financiero estable.

Sergio Gutiérrez, inversor inmobiliario conocido como @sergioexcellencecircle en TikTok, ha generado controversia con un mensaje directo y sin filtros: "No compres una casa para vivir, será una lacra para toda tu vida".

Con esa frase, Gutiérrez desmonta el relato clásico que asocia comprar una casa para vivir con seguridad, éxito y madurez financiera.

Para él, adquirir una propiedad para uso propio no solo no es una meta deseable, sino que puede convertirse en un obstáculo permanente para lograr la tan anhelada libertad financiera.

"Este es el error que cometerás si eres joven, y mucho cuidado porque es un error que cometen el 99% y no te dejará ser libre", advierte.

Según su visión, la decisión de comprar una casa como residencia habitual es perjudicial para las finanzas personales de los jóvenes, quienes se ven atrapados en una carga económica que limita sus posibilidades de inversión y crecimiento.

Gutiérrez señala que la mentalidad de las generaciones anteriores no se ajusta a la realidad actual, ya que los tiempos han cambiado, al igual que las circunstancias.

"Sí, ya sé que eso es lo que siempre te han dicho, que lo más importante es que tengas tu propiedad y una carrera, pero es que la gente mayor que te dice eso lo tenían muy fácil", afirma.

Tal y como explica, las condiciones del mercado han cambiado drásticamente. Mientras que en el pasado los inmuebles se revalorizaban con facilidad y los salarios crecían en paralelo, hoy los jóvenes enfrentan un contexto menos favorable.

Comprar una vivienda, según él, puede significar "el fin de tus sueños", y propone una alternativa clara: invertir en propiedades con alta rentabilidad destinadas al alquiler.

"Invierte en un piso barato que te dé muy buena rentabilidad", aconseja, recalcando que este enfoque permite generar ingresos pasivos que abren la puerta a una vida más libre y próspera.

Uno de los argumentos más contundentes de Gutiérrez es que la primera vivienda adquirida rara vez es la soñada, por lo que, si no aporta satisfacción emocional, al menos debería ser una fuente de beneficios económicos.

"Si la vivienda no te llena de ilusión, al menos que te llene el bolsillo", sentencia. Esta lógica se basa en la rentabilidad y el efecto acumulativo de las inversiones inmobiliarias bien gestionadas.

Además, anima a pensar en grande desde el inicio. Su propuesta es clara: adquirir un primer inmueble barato y rentable, luego otro, y así sucesivamente, mientras se vive de alquiler.

"Y si los números salen, hazlo con un segundo y con luego un tercero y tú te vas a vivir de alquiler", insiste.

Bajo esta estrategia, Gutiérrez asegura que en una década los resultados serán palpables, pudiendo acceder a una vivienda mejor.

"Créeme, en diez años te alegrarás de haberme hecho caso y podrás permitirte una vida y una vivienda que si hubieras comprado para vivir tu primera vivienda, no podrías", subraya.

El enfoque de Sergio Gutiérrez puede parecer radical, pero plantea una reflexión necesaria.

En un entorno económico incierto, ¿tiene sentido seguir atado a una hipoteca a largo plazo o es momento de replantear las metas financieras de toda una generación?