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La profesión de enfermería en España atraviesa un momento de creciente descontento entre quienes la ejercen.

A pesar de su relevancia para el sistema sanitario, las condiciones laborales y salariales siguen sin estar a la altura de la responsabilidad que conlleva cuidar de la salud pública.

En una entrevista con 'TalentMatch.es', una enfermera española ofrece un testimonio claro y directo sobre los desafíos diarios a los que se enfrentan los profesionales del sector.

El contraste entre las condiciones de trabajo en España y en otros países es el primer punto que destaca en la entrevista.

"Tengo compañeras que cuando acabamos la carrera se marcharon a Australia y están cobrando 3.000 euros a la semana", comenta.

Esta afirmación revela no solo una diferencia abismal en términos de retribución económica, sino también una llamada de atención sobre la fuga de talento que experimenta el sistema sanitario español.

La vocación, por su parte, es un elemento central en el desarrollo de esta profesión. Para la entrevistada, el amor por su trabajo ha sido clave.

"No he tenido ninguna dificultad porque me encanta, pero lo que sí es verdad es que es una profesión que está muy poco valorada, sobre todo aquí en España", señala.

Aunque no encontró grandes obstáculos durante su formación gracias a su entusiasmo, insiste en que la falta de reconocimiento institucional y social pesa considerablemente sobre el ejercicio diario de la enfermería.

Cuando se le pregunta por la importancia de la vocación en el desempeño de su labor, no duda: "Casi el 100%. Lo importante es ser profesional, porque es muy duro, aunque no lo parezca".

Esta frase refleja cómo, más allá de los conocimientos técnicos, la enfermería requiere una fortaleza emocional y una entrega personal que no siempre son apreciadas ni recompensadas adecuadamente.

El tema salarial es otro de los ejes centrales del testimonio. La enfermera trabaja en el ámbito privado y declara percibir un salario medio que oscila entre "1.600-1.700 euros mensuales".

Aunque reconoce que en la sanidad pública "se cobra más", la diferencia no parece ser suficiente como para compensar las carencias del sistema: "Que al menos el sueldo te dé para vivir...".

En un intento por poner cifras a lo que considera un sueldo digno, la profesional señala que "con cobrar 2.300 euros ya estaría bien".

Esta cifra, lejos de ser desmesurada, representa un ingreso que permitiría a las enfermeras afrontar los gastos básicos sin necesidad de recurrir a trabajos complementarios o sacrificios económicos.

En España, la enfermería continúa siendo una carrera exigente y vocacional que, sin embargo, no se ve compensada ni económica ni socialmente en la medida que merece.