Completar una vida laboral de éxito y conseguir la tan ansiada jubilación tras años de esfuerzo. La recompensa del guerrero, se podría decir. Sin embargo, el futuro para los jubilados no está tan asegurado.
“La sostenibilidad del sistema público de pensiones está más en entredicho que nunca. España se enfrenta a uno de los mayores desafíos económicos y sociales de su historia reciente”, afirma Rodolfo Nevado, cofundador de Jubenial.
Recordemos que el sistema público de pensiones en España funciona bajo el principio de reparto, donde las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las prestaciones de los pensionistas actuales.
Por tanto, y para que sea sostenible, debe haber más trabajadores activos que número de pensionistas. Dicho de otra manera, la continuidad del sistema tiene una fuerte dependencia de la pirámide poblacional.
Sin embargo, y durante los últimos años, el número de trabajadores ha descendido. A la par, el número de pensionistas se ha visto incrementado. Ya ha comenzado a jubilarse la conocida como generación del baby boom.
La vivienda como pensión
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la actualidad hay más de 10 millones de pensionistas en España. La previsión es que esta cifra supere los 15 millones en 2050, con la entrada masiva ya comentada de la generación del baby boom en la jubilación.
Este incremento se produce en un contexto donde el ingreso medio por pensión se sitúa en torno a los 1.300 euros mensuales.
“Una cantidad insuficiente para cubrir con holgura las necesidades de muchas personas mayores, especialmente aquellas que requieren cuidados asistenciales como apoyo doméstico”, apunta Rodolfo Nevado.
Y añade: “Esta situación pone de manifiesto que las pensiones actuales no bastan y las futuras serán previsiblemente menores si no se acomete una reforma estructural. Sin embargo, existe una solución que ya está en manos de millones de personas mayores: la vivienda en propiedad”.
Se calcula que más del 90% de las personas mayores de 65 años tienen una vivienda en propiedad. “A menudo, esta vivienda está libre de cargas, pero también inmovilizada como activo, sin generar ingresos”, indica Nevado.
De ahí que, desde su punto de vista, “la paradoja de tener patrimonio, pero no liquidez, es el eje sobre el que debe girar el replanteamiento de la jubilación en el siglo XXI”.
El experto apunta a que, durante décadas, “el modelo aspiracional ha sido ahorrar para pagar la hipoteca y llegar a la jubilación sin deudas. Hoy, ese modelo se enfrenta a su límite”.
Por eso, “tener una vivienda en propiedad no garantiza una jubilación digna si no se activa el valor de ese patrimonio. Es aquí donde son necesarios modelos como la nuda propiedad, la renta vitalicia o la venta con alquiler garantizado”.
De ahí que concluya que estas fórmulas lo que hacen es “permitir transformar ese ahorro inmobiliario en ingresos periódicos o liquidez inmediata, sin necesidad de renunciar a vivir en la propia casa”.
