La compraventa de vivienda continúa estando ‘de dulce’ según lo atestiguan diferentes estadísticas. Una de ellas es la compraventa, que ya encadena 10 meses al alza. Sin embargo, según Iñaki Unsain, “hay señales de enfriamiento”.
¿Por qué? “Después de un primer trimestre explosivo, es lógico que el mercado se tome un respiro. Lo importante es que seguimos viendo crecimiento interanual”, apunta el Personal Shopper Inmobiliario (PSI) y director general de ACV Gestión Inmobiliaria.
Dicho de otra manera, y según Unsain, “la vivienda continúa siendo un activo atractivo y con demanda sostenida”.
Recordemos que, según los datos del INE, en abril se registraron 54.318 operaciones, un 2,3% más que en el mismo mes de 2024. Se trata de la cifra más alta para un mes de abril desde 2008.
Sin embargo, si se compara con el mes anterior, el volumen de operaciones cayó un 13,5%. Además, veníamos de crecimientos del 11% en enero, del 13,9% en febrero y del 40,6% en marzo. Por tanto, y según Unsain, “podría indicar el inicio de un ajuste natural tras el empuje inicial de 2025”.
Respiro en el mercado
Varios son los factores que ha impulsado a la vivienda en el primer trimestre del año. Por un lado, la bajada de los tipos de interés. Por otro, el aumento del empleo. Y, en tercer lugar, una mayor percepción de estabilidad económica.
Los datos del INE también indican que las compraventas de vivienda nueva crecieron un 7,2% interanual en abril, hasta las 11.410 operaciones, mientras que la vivienda usada apenas avanzó un 1%.
Sin embargo, esta última mantiene el grueso del mercado con 42.908 operaciones. Se trata de la cifra más alta de toda la serie histórica para este segmento.
“La vivienda nueva ofrece mejores prestaciones, mayor eficiencia energética y, en muchos casos, condiciones de financiación más favorables”, destaca Iñaki Unsain.
Desde su punto de vista, la moderación en la vivienda usada se debe a la escasa rotación del parque. “Muchos propietarios no quieren vender si no tienen una alternativa clara para comprar. Esto reduce la oferta disponible y limita el crecimiento de operaciones”.
Con todos estos ingredientes, el segundo semestre podría ser más moderado. “Es probable que el ritmo se enfríe ligeramente si no se abaratan más los tipos hipotecarios, no aumentan los ingresos reales de las familias y no mejora la oferta”, concluye.
