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El acceso a la vivienda se está convirtiendo en misión imposible para muchos colectivos, sobre todo para las personas jóvenes. Así lo ha denunciado Belén Guirao, de RUGE-UGT en laSexta Xplica: “Si pueden poner el alquiler a 1.500 euros en vez de a 700, lo van a poner”.

Y matizó que esos propietarios de vivienda en alquiler “con esos 700 euros pueden cubrir esa vivienda”. No ha sido la única denuncia que la joven ha puesto sobre la mesa: "Hemos subido el SMI y los jóvenes seguimos sin poder emanciparnos".

Entre otras razones, como subrayó, porque “hemos comenzado el mes de julio con un nuevo récord histórico del precio del alquiler”. Por eso, quien desee dar el paso debe saber que “una habitación nos cuesta el 36% de nuestro salario”. Si se suman los gastos, ese porcentaje se va al 50%.

"Todavía nos dirán que nos mudemos con parejas. Pero ni mudándonos con parejas, con tríos o con cuartetos. Es imposible emanciparse en este país", remarcó.

Asimismo, hizo hincapié en que “tenemos a unos pocos haciendo negocio y jugando con los derechos de la clase trabajadora”.

Los problemas de los jóvenes con la vivienda

Más allá del discurso de Belén Guirao, el problema de los jóvenes para comprar o alquilar vivienda está latente. Así, según pisos.com, un joven necesita ahorrar durante 16 años el 20% de su salario para poder reunir el dinero necesario para la entrada de una vivienda media en España.

Si se traslada ese dato a grandes ciudades como Madrid, se requieren hasta 25 años. No es el caso más dramático: en Baleares son necesarios hasta 33 años.

Además, y de media, la entrada para comprar vivienda supone más de 51.000 euros y la mayoría de bancos solo financian el 80%. Por tanto, el ahorro previo es indispensable.

Un ahorro que no es fácil porque el salario medio anual de los jóvenes de entre 24 y 35 años ronda los 20.400-21.000 euros brutos, muy por debajo del salario medio nacional. Asimismo, es un 20-25% inferior al que recibían sus padres a la misma edad, según el INE.

También hay que añadir la precariedad laboral (contratos temporales o mal pagados y dificultad para conseguir empleo estable), que es un obstáculo estructural que impide comprometerse con una hipoteca y dificulta el acceso a financiación.

Sobre este último punto, los altos precios de la vivienda y los bajos salarios hacen que muchos jóvenes apenas puedan ahorrar. Conviene recordar que en muchos casos deben destinar más del 40% de su sueldo al alquiler.

Y aunque existen hipotecas especiales para jóvenes (hasta el 90-95% de financiación en algunos casos), lo habitual sigue siendo que los bancos solo financien el 80% y exijan avalistas. Es decir, que quedan fuera del mercado aquellos que no cuentan con apoyo familiar ni ahorros suficientes.