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En las décadas recientes, el sector inmobiliario se ha visto fuertemente afectado en España. Ya sea por los altos precios de la vivienda, ocupaciones ilegales o por la escasez de trabajadores que puedan construir nuevas viviendas.

Por esa razón, no es solo la ausencia de nuevas construcciones lo que afecta al sector, sino también una escasez de trabajadores y manos que puedan edificar casas en todo el país.

De tal manera, esta falta de relevo generacional ha crecido exponencialmente en los años pasados. Es un trabajo que no atrae a los jóvenes españoles y que ha encontrado en los inmigrantes una mina de trabajadores. Uno de ellos es Albino, quien ha contado cómo vive este oficio.

Albañiles e inmigrantes

Según un estudio del BBVA Research, el sector de la albañilería ha sufrido un envejecimiento considerable en los últimos 20 años. En 2007 la estadística marcaba que el 20% de los albañiles tenían una edad inferior a 30 años. Hoy en día ese porcentaje no llega al 5%.

En el caso de los albañiles mayores de 45 años, el porcentaje a día de hoy es del 65% mientras que en 2007 era de alrededor del 30%.

Por ello, frente a la escasez de nuevos albañiles, son los inmigrantes los que llenan esos huecos laborales necesarios para mantener la industria inmobiliaria a flote. Según el INE, aproximadamente el 25% de los albañiles son inmigrantes.

Uno de esos inmigrantes es Albino, un albañil de origen boliviano que lleva trabajando en la construcción en España desde 2019. El trabajador contó su experiencia ejerciendo en el oficio en España en el canal de Youtube @Adrián G. Martín.

"Me dedico a la construcción. Todo lo que hago es la gestión de la obra. Llevo en España unos seis años. En mi país empecé a los 25 años y ahora tengo 42. Llevo casi media vida dedicada a la albañilería", aseguraba el hombre.

El hombre que trabaja como oficial primero, contó cómo llegó a este puesto en España: "Me recomendó mi familia, uno de mis primos que era albañil. Y me llevó a trabajar. Al principio no sabía poner un ladrillo del todo bien, pero luego mi primo me enseñó la técnica aquí".

Además, el entrevistador le preguntó si era muy diferente el puesto aquí frente a Bolivia. "Las diferencias son los materiales. Aquí son mejores. En Bolivia solo hay una clase de yeso y aquí hay muchos tipos. Con el cemento es igual. Tampoco tenemos morteros", señaló el obrero.

Esa no fue la única diferencia que indicó, dado que el salario también varía considerablemente. "En España un albañil gana unos 1.300-1.400 euros y en Bolivia puedes ganar unos 400. A nivel horas, se trabaja lo mismo, 8 horas", afirmó Albino.

En todo caso el albañil se mostró muy satisfecho y contento con su puesto de trabajo: "Me gusta. Me gusta casi todo, el yeso o el ladrillo sobre todo. Lo que más me gusta es el hecho de construir algo con mis manos".

Lo cierto es que la satisfacción de Albino con su puesto de trabajo no es tan común como pueda parecer. Según un estudio de Equipos y Talento, solo un 23% de los trabajadores del sector de la construcción se encuentra satisfecho con su oficio. Uno de los porcentajes más bajos dentro de los diferentes trabajos, solo superado por comercio minorista y hostelería.