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Carlos Caballero vive en la provincia de Cádiz y se compró una casa en Sanlúcar de Barrameda. Dicho chalet era de 250 metros cuadrados y contaba con piscina. No obstante, tras finalizar la compra descubrió que estaba okupada por dos personas.

El sanluqueño contó la historia a los periodistas de Cope y El Debate explicando que el abogado de los ocupantes ilegales le pedía 15.000 euros que luego se rebajarían a 11.000 euros, por desalojar el inmueble.

Caballero definió esto como "un chantaje descarado". Por otro lado, la situación fue en escalada cuando los inquilinos ilegales a través de su abogado utilizaron argumentos que justificaban sus acciones.

"Me sentí impotente"

Una vez los okupas comenzaron a argumentar que su estancia en el inmueble, que no habían comprado, era legalmente justificada; Caballero comentó que "Me dijeron que tenían derechos, que el proceso de desahucio podía tardar años... Me sentí impotente".

Los ocupantes ilegales mantenían siempre sobre la mesa la opción de pagar 11.000 euros y acelerar el proceso de desalojo. No obstante, el sanluqueño se negó a pagar y denunció la situación con la Guardia Civil.

Imagen de la vivienda por dentro, tras el desalojo de los okupas. El Debate

Mientras se desarrollaba el largo proceso de intervención por parte de las autoridades, Caballero recibió una llamada por parte de los vecinos que le comentaron que los okupas estaban sacando muebles y electrodomésticos del chalet.

Así, alertó a la Guardia Civil de la situación y cuando logró llegar al sitio, dos personas desconocidas le comentaron que habían comprado la casa a los okupas y estaban comenzando su mudanza.

Gracias a que las autoridades fueron alertadas, la Guardia Civil consiguió atajar el asunto antes de que los nuevos 'inquilinos' se instalasen en la vivienda y comenzara un nuevo proceso de desalojo.

"Los vecinos salieron aplaudiendo cuando por fin conseguí recuperar mi casa", expresó al diario El Debate el sanluqueño.

"Lo importante es que he recuperado mi casa"

Cuando por fin logró entrar en su chalet, comentó que "estaba todo lleno de basura y suciedad". A pesar de ello recalcó que "lo importante es que he recuperado mi propiedad".

El inmueble estaba con basura acumulada, paredes vandalizadas y electrodomésticos, como el termo eléctrico y la vitrocerámica, robados.

Imagen de la vivienda tras se desokupada. El Debate

Sin embargo, independientemente de ello, recalcó que estuvo en este largo e infernal proceso "solo ante la ley". Pero tampoco dudó en destacar que "lo único positivo es que, al final, no tuve que pagarles ni un céntimo".