José Antonio Sánchez ha vuelto a sede parlamentaria un año y medio después. El presidente de Radiotelevisión Española (RTVE) ha comparecido este jueves en el Senado para explicar su gestión y responder a las preguntas de los grupos parlamentarios. Entre las continuas muestras de apoyo de los diputados y senadores del PP, Sánchez ha respondido a preguntas de Podemos que "aquí no hay purgas al estilo de los tiempos de Stalin" y ha afirmado que no toma medidas especiales porque "la independencia de RTVE está garantizada".
En una comparecencia de cuatro horas ante la Comisión Mixta de control de RTVE, reunida en esta ocasión en el Senado, Sánchez ha defendido con uñas y dientes su propia gestión al frente de la corporación. Tanto el PSOE como Podemos han planteado numerosas cuestiones que ponen en duda la existencia de independencia y pluralismo informativo en la radiotelevisión pública.
El momento de mayor tensión ha ocurrido cuando los diputados de Podemos Noelia Vera y Miguel Vila han preguntado a Sánchez. En primer lugar, el presidente de RTVE ha dicho que no toma "ninguna medida" para garantizar la independencia de los medios públicos porque "aquí la independencia ya está garantizada".
Vera ha respondido denunciando que, tal y como ha dicho el Consejo de Informativos de RTVE, ha habido una "purga" de muchos de los profesionales que trabajaban en los servicios informativos. Una "purga" que habría tenido lugar porque estos empleados públicos no son afines a las tesis del PP. Sánchez ha contestado que "usted debería estar en los tribunales denunciando purgas en una institución pública", algo que según él "no ocurre en RTVE, eso sucedía en tiempos de Stalin" y que le parece "aterrador".
Desde Podemos y el PSOE también han recordado a Sánchez que fue nombrado "a dedo" solo por los diputados del Partido Popular, que incluso modificó la ley para poder colocar al actual presidente. El afectado ha respondido diciendo que fue elegido por "más de 180 representantes del pueblo español".
Más allá de estos rifirrafes, durante las cuatro horas de comparecencia ha llamado la atención la virulencia con que los parlamentarios del PP han respaldado a Sánchez. Un respaldo que han mostrado mediante golpes en las mesas que han hecho las veces de aplausos, así como en comentarios cuando hablaban otros diputados. En la parte final de la comisión, los portavoces de Ciudadanos, PSOE y Podemos han remarcado esta cuestión.