Una de las grandezas de Twitter es que, a pesar de los esfuerzos de algunos, sigue siendo una ventana abierta al humor. En paralelo a las cuentas Out of context, de las que ya hemos hablado en La Jungla, proliferan también los perfiles fake -falsos- que parodian a un buen número de personajes públicos e, incluso, consiguen hacer creer a algún despistado que su ídolo ha perdido la cabeza en la red social.

Precisamente esto último es lo que le ha pasado a Rocío Monjasterio Fake, una cuenta que parodia declaraciones de la líder de Vox en Madrid. Con más de 22.000 seguidores fieles, ha logrado en menos de un mes hazañas tan dispares como las de provocar las carcajadas de Pablo Iglesias, sufrir una penalización de Twitter y cabrear a los afines de la formación de Santiago Abascal.

Y todo por su primer tuit viral, con el que consiguió trolear a un buen número de usuarios (incluida, aunque fuese por unos segundos, a una servidora):

"Desde el primer momento se leía fake en el perfil. Me sorprende bastante que la gente entre al trapo, tanto admiradores como detractores de la Rocío real", admite a EL ESPAÑOL el creador de la cuenta, observando además que "noto un hooliganismo absoluto hacia ella: o la odian o la aman". 

Pero no se engañen, él no está detrás de la cuenta por tenerle una especial inquina a Monasterio, sino porque le parece "un personaje realmente fascinante". La compara con Jenna Jacobs, de la mítica serie El ala oeste de la Casa Blanca, de la que resalta que es "una locutora muy afamada en el mundillo de la derecha religiosa".

En concreto, establece el paralelismo con esta escena, donde el presidente Jed Bartlet mantiene un enfrentamiento con ella sobre la aplicación de los textos bíblicos en la sociedad actual, hablando de que la "homosexualidad es abominable": "La actitud de Jacobs es muy similar a la de Monasterio, pero la serie tiene 20 años".

Leer entre dientes

Una de las cosas que más llama la atención de los tuits de esta Monasterio falsa es que, al leerlos, suenan en nuestras cabezas con la voz tan característica de la Rocío real. Sin embargo, el que maneja sus hilos deja claro que no ha hecho ningún estudio de la original, pero confiesa un truco: "Los escribo y luego los leo en voz alta sin separar los dientes".

"Ella no dice nada que no llevemos años escuchando, pero a lo que no se le hacía demasiado caso. Son ideas que surgen del rencor, de cierto espíritu revanchista", analiza. Llegados a este punto conviene que leamos cuáles son algunos de los mensajes que más éxito han cosechado estos días. No olviden leerlos entre dientes:

Al contrario de lo que pueda parecer, el tuitero asegura que no le lleva "demasiado tiempo" gestionar la cuenta. "Suelo escribir pocos mensajes al día y el resto se va en responder a la gente que escribe o a leer amenazas por privado", comenta.

Donde más les duele

Si alguien está pensando que lo de las amenazas puede ser exagerado, la Monasterio fake se ha encargado de subir varias capturas de los mensajes que le llegan por privado, donde se comprueba que hay un sector muy indignado con sus chascarrillos. Eso sí, asegura que nunca le han llegado desde el "Vox oficial".

"Me escriben del Vox sociológico todo tipo de advertencias, amenazas... Pero no creo que nadie del partido se vaya a meter en ese jardín", afirma. Lo cierto es que la retahíla de mensajes viene a confirmar, una vez más, que el humor sigue perfilándose como el arma perfecta para combatir a los fanatismos, ponerlos frente a un espejo y sentarse a esperar las pataletas:

Aunque en su propio nombre deja claro que se trata de una cuenta falsa, sigue habiendo gente que le acusa de estar suplantando a Monasterio y algunos iniciaron una campaña para denunciarlo ante Twitter España. No podemos afirmar que este haya sido el detonante, pero durante algunas horas el perfil ha estado suspendido, como también le ha pasado al de Iván Espinosa de los Monteros Fake.

Experiencia con la censura

"Me suspendieron la cuenta sin previo aviso. Nadie dio explicaciones ni cuando se cerró ni cuando se reactivó. Supongo que forma parte de la idiosincrasia de Twitter que mata moscas a cañonazos y sigue procesos muy similares a los de la Inquisición con acusadores anónimos y falta de posibilidades de defensa", sostiene.

El creador de la Monasterio fake no es la primera vez que tiene que lidiar con la censura de la red social, no en vano fue uno de los colaboradores en la creación de Vox Atapuerta, una cuenta de la que también hemos hablado en La Jungla y que tuvo peor suerte de la de Rocío porque nunca volvió: "Al menos en aquel caso se sacaron de la manga argumentos para cerrarla; pero de poco valió insistir en que el contexto en el que escribíamos era fundamental para entender que no pensábamos las burradas que publicábamos".

No sabemos cómo se estará tomando la primigenia Rocío Monasterio eso de tener una doble con muy mala leche en Twitter, pero al tuitero que está detrás de la copia le encantaría que un día le llegase una notificación de seguimiento de la portavoz de Vox: "Demostraría que los políticos pueden reírse de ellos mismos".

[Más información: El épico 'zasca' a Monasterio de la esposa de Alberto Garzón]

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