Es de los negocios más rentables, facturo más de 30.000€ al mes, asegura Sandra

"Es de los negocios más rentables, facturo más de 30.000€ al mes", asegura Sandra

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Sandra, técnica de farmacia sobre su negocio: "La mía es de barrio y facturo más de 30.000 euros al mes"

La trabajadora asegura que "lo que da vida al negocio es la confianza que se crea con los vecinos".

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Sevilla
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Sandra trabaja como técnica en una farmacia de barrio que factura más de 30.000 euros mensuales. Asegura que "es de los negocios más rentables", aunque matiza que no todas las boticas viven la misma realidad.

Su negocio se mantiene gracias a una clientela constante y cercana. "Lo que da vida al negocio es la confianza que se crea con los vecinos", señala.

Según cuenta, la rentabilidad de una farmacia depende del trato con los clientes. "La gente piensa que las farmacias ganan muchísimo dinero, pero el margen en los medicamentos está muy ajustado", explica.

A los costes habituales se suman el alquiler, los sueldos y los impuestos, lo que reduce los beneficios. "He visto a algunas farmacias muy asfixiadas por esto", reconoce.

En los últimos años, Sandra ha observado un cambio en los hábitos de consumo. Las ventas de productos de parafarmacia y cuidado personal han crecido y compensan la bajada de los medicamentos con receta. "Es lo que más margen deja", admite.

"Estudiar Farmacia es tener suerte"

La técnica también destaca las dificultades para acceder al sector. "El mayor problema es que muchas farmacias son negocios familiares que se heredan. Apostar por estudiar Farmacia es tener suerte o una buena red de apoyo", comenta.

Ella ha trabajado en varios establecimientos y ha cubierto contratos temporales antes de conseguir una estabilidad.

Para Sandra, el valor añadido de una farmacia de barrio está en la relación con sus vecinos. "Conoces a todos sus clientes y sabes qué les pasa. Muchas veces somos la primera persona a la que consultan antes de ir al médico", afirma.

En su local trabajan tres personas, lo que limita el beneficio neto, pero prefiere mantener un servicio de calidad.

Los ingresos varían según la época del año. En invierno, con los resfriados y la gripe, la facturación aumenta, mientras que en verano baja porque "mucha gente se va del barrio".

Pese a ello, Sandra confía en que la cercanía y la atención personalizada seguirán siendo la clave para mantener su farmacia activa.