En aquella época, que las mujeres trabajaran no era lo común.

En aquella época, que las mujeres trabajaran no era lo común.

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Josefa Lara, jubilada con 40 años cotizados: "Llevo toda la vida detrás de un mostrador y ahora no llego a fin de mes"

Pese a los años de esfuerzo y dedicación, su pensión no llega a 800 euros. Y eso porque "se le ha juntado la viudedad" de su marido.

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Acaba de cumplir 72 años, y la sevillana Josefa Lara no duda ni un momento al ser preguntada: "Llevo toda la vida detrás de un mostrador sin parar de trabajar y ahora no llego a fin de mes".

Esta vecina del barrio de El Tardón, en Triana, montó, junto a su marido, un ultramarino. "Los dos fuimos siempre autónomos y no parábamos de trabajar ni estando enfermos porque la tienda no se podía quedar cerrada", recuerda.

Sin embargo, y pese a los años de esfuerzo y dedicación, su pensión no llega a 800 euros. Y eso porque "se le ha juntado la viudedad" con su paga.

Josefa recuerda que, en aquella época, no era tan fácil que las mujeres estuvieran trabajando. Mucho menos en un negocio propio.

"Yo era la única de mi grupo de amigas que trabajaba, y siempre me he sentido muy orgullosa de eso", sostiene.

"He tenido tiempo para todo, y aunque me hubiera gustado poder cuidar más de mis hijos, me reconfortaba saber que yo me mantenía por mí misma y que no era el dinero de mi marido el único que entraba en casa", rememora.

No obstante, después de una vida de sacrificios considera que "no es justo" el dinero que le ha quedado para vivir.

"Si pudiera seguir trabajando, lo haría", insiste, pero desarrolla que los dolores que tiene en la rodilla no le dan ni para "limpiar escaleras". "Por supuesto, ya no estoy para ponerme detrás de un mostrador durante 12 horas como antiguamente".

Base de cotización

A diferencia de los asalariados, es decir, personas que trabajan para otras empresas, los autónomos sí tienen la libertad para elegir su base de cotización dentro de unos parámetros mínimos y máximos.

Tradicionalmente, y según una información publicada en 2016 por EuropaPress, más del 85 por ciento de los autónomos cotizaban por la base mínima con el objetivo de pagar menos cuota mensual.

Esa base mínima se encontraba en torno a los 944 euros hasta 2018. Con el paso de los años se ha ido incrementando de forma moderada.

Como la pensión se calcula con la media de las bases de cotización de los últimos 28 años, cotizar siempre por el mínimo se traduce en una base reguladora baja y, por tanto, en una pensión reducida.

En este sentido, si una persona cotizó de forma regular por el mínimo, la base reguladora rondará esa cantidad, por lo que, incluso con 40 años cotizados y el derecho al 100 por ciento de la pensión, se quedaría el importe en torno a 750 euros.