Las coquinas al ajillo son uno de los platos estrellas del verano, especialmente en localidades costeras

Las coquinas al ajillo son uno de los platos estrellas del verano, especialmente en localidades costeras E.E.

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El divertido (y preocupante) incidente que un viudo gaditano protagonizó en su adolescencia con las coquinas

Antonio, uno de los invitados al programa 'La Tarde Aquí y Ahora', relata cómo a causa de este alimento pasó cuatro meses en cama y ganó 35 centímetros de altura.

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Sevilla
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Cuando llega el verano, se produce un cambio en la dieta de los andaluces que lleva a cambiar los guisos por opciones más fresquitas y ligeras.

De la sopa al gazpacho. Del puchero a las ensaladas. Y de las carrilladas al pescaíto frito o las coquinas. Un alimento muy popular, especialmente en las costas de Cádiz.

Y, precisamente, son las coquinas las protagonistas de uno de los últimos momentos más virales que han tenido lugar en el programa de Juan y Medio.

El artífice de ello ha sido Antonio. Un viudo de 67 años que vive en Chiclana de la Frontera (Cádiz) y que ha cautivado al público con un divertido —y preocupante— episodio acaecido durante su adolescencia.

¿El motivo? Un empacho de coquinas cuando tenía 13 años que llevaron a sus familiares a creer que no sobreviviría. A raíz de ello, pasó dos meses sin hablar y cuatro postrado en la cama.

¿Cosas que pasan? / Increíble, pero cierto

De su infancia recuerda muchos momentos. Por ejemplo, aquella vez que sus padres lo castigaron por beberse de niño una botella de quinto de anís o la riada de Chiclana en 1965.

Sin embargo, hay uno en particular que marcó su vida y la de sus familiares. Pasó dos meses sin poder pronunciar palabra porque no tenía fuerzas y otros dos sin poder moverse de la cama.

Y todo a causa de comer coquinas. No es que ingiriese una cantidad ingente de este alimento. Sino que, según relata el protagonista, no fue capaz de digerirlas.

"Tenía una infección y una fiebre altísimo. Los médicos no sabían qué me pasaba y, cuando por fin pude hablar, les dije lo que había comido. Pasé meses a base de agua y zumo", cuenta Antonio.

"Salí de la cama y había crecido 35 centímetros. Todos dejaron de llamarme «chico» y mis amigos ni siquiera me reconocían", cuenta entre risas el jubilado.

Fue tal la magnitud del incidente que en su casa pensaron que no lo resistiría. Ya han pasado más de 50 años, pero Antonio aún lo recuerda entre risas y no ha desaprovechado la oportunidad de compartirlo con Juan y Medio.

Romper el círculo de la soledad no deseada

Pero la visita de Antonio al programa no es ninguna broma. Como ha relatado al inicio de su visita, perdió a su esposa hace 26 años. Quedó viudo con 41 y cuatro hijos a su cargo.

Tras tres intentos de relaciones fallidos, acude al programa de Canal Sur impulsado por sus hijos porque lleva dos años soltero y ya no soporta más la pesadumbre.

"Mi casa es muy grande. Siempre he estado rodeado de mi familia, pero ahora ya no viven conmigo y la soledad me pesa demasiado" cuenta el viudo.

Antonio trata de ocupar sus días entreteniéndose de todas las maneras habidas y por haber. Desde interminables paseos por la playa, hasta partidas vespertinas de dominó.

Ahora acude a La Tarde Aquí y Ahora para pedir compañía. Porque la soledad no debería ser una cadena perpetua para nadie.