Pablo, vecino de Santa Cruz.

Pablo, vecino de Santa Cruz. E.E. Sevilla

Semana Santa CRÓNICAS DESDE LA BULLA

Pablo, vecino de Santa Cruz: "En una bulla te van a empujar y meter codazos, pero no pasa nada; nadie me molesta"

Este sevillano es el último cofrade en responder al cuestionario de EL ESPAÑOL de Sevilla, 'Crónicas desde la bulla'.

Más información: María, enfermera de Tomares: "Hay que aguantar el tirón en la bulla cuando alguien te llama la atención"

Sevilla
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La Semana Santa de Sevilla está compuesta por más de 60 hermandades. Cada una de ellas tiene su peculiaridad. Algunas bailan al compás de las cornetas y tambores y otras, imponentes a su paso, hacen que el público guarde silencio.

Hay quienes prefieren disfrutar de esta fiesta sevillana de día y quienes salen a calle cuando se esconde el sol. Para muchos la razón es que los pasos alumbrados únicamente por las velas tienen un encanto especial.

Pablo (34), vecino del barrio de Santa Cruz, es uno de esos cofrades que prefiere la Semana Santa con las farolas encendidas y la luna de espectadora. También es de los que "fluyen" por la bulla con el objetivo de ver todas las hermandades. Lo hace especialmente por la noche y en compañía de alguien. Según explica, "charlar" es la mejor forma de "tirar hacia adelante" y pasar el rato cuando se nota el cansancio.

¿Cómo hay que moverse en una bulla?

Te tienes que dejar llevar, no te tienes que agobiar. Te van a empujar, te van a meter codazos, pero no pasa nada, nadie te molesta. Hay que fluir con la gente y tirar para delante porque así llegas a tu destino.

¿Es de los que buscan verlas todas? ¿Cree que lo va a lograr?

Sí, siempre quiero ver todas las que salen. Es complicado, pero de momento llevo pleno.

¿Cómo se aguanta una espera?

La compañía es importante. Cuando se está cansado, se charla un poco y más o menos se tira para delante.

¿Cómo le gusta vivir la Semana Santa?

Un poco de todo. Al principio del día me puedo permitir el lujo de esperar, luego ya me pongo a buscar. Pero, sobre todo, lo importante es compartirlo siempre.

¿Ha vivido algún momento agobiante o peligroso en la Semana Santa?

Quizás más chico, a día de hoy fluyo. Una bulla es pasajera.

¿Le gusta más la Semana Santa de día o de noche?

De noche, sin duda, se crea una solemnidad. Y, para ver la Madrugada lo mejor es verla por la mañana, de vuelta. Para esto no hay palabras.

¿Suele seguir siempre el mismo itinerario o improvisa?

Procuro alternar.

¿Qué es lo más raro que le ha pasado en la Semana Santa?

Recuerdo una vez en la Plaza del Duque, esperando al Gran Poder, toda la plaza se calló y unos turistas dijeron "wow, spanish people in silence". Fue gracioso.

¿Cuál es el truco para conseguir un buen sitio?

La experiencia, muchos años de cofradías. Cada Semana Santa es distinta a la anterior.