
Una receta muy tradicional en Andalucía.
El delicioso guiso de Sevilla que sorprende con su tradicional sabor al resto de España: es una excelente fuente de hierro
Un clásico andaluz que combina tradición y sabor, ideal para cuidar el cuerpo sin renunciar al placer de comer bien.
Más información: El rico plato de Sevilla que puedes hacer para cenar sin pasar mucho tiempo en la cocina: es alto en proteínas
- Total: 35 min
- Comensales: 4
Las espinacas con garbanzos son una joya de la gastronomía sevillana, un plato cargado de historia, sabor y tradición que evoca los aromas de los patios andaluces. Su sencillez engaña, y es que detrás de esta humilde receta, típica en Semana Santa, hay una gran combinación de ingredientes que logran un resultado sabroso y lleno de nutrientes.
Es una excelente fuente de hierro, fibra, proteínas vegetales y vitamina K, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan cuidar su alimentación sin renunciar al sabor tradicional.
Además, con solo un chorrito de limón al final, potenciamos aún más la absorción del hierro, haciendo de este plato una opción tan saludable como deliciosa.

Una tapa muy típica en Semana Santa.
Ingredientes para unas buenas espinacas con garbanzos
- 400 g de garbanzos cocidos (pueden ser de bote, bien lavados y escurridos)
- 300 g de espinacas frescas (o 200 g si son congeladas)
- 4 dientes de ajo
- 1 rebanada de pan del día anterior
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de pimentón dulce (puede mezclarse con un toque de picante si se desea)
- 1 cucharada de vinagre de vino (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Un chorrito de limón para servir
Paso 1
Preparar el sofrito: En una sartén grande, añade un buen chorro de aceite de oliva y fríe la rebanada de pan hasta que esté dorada por ambos lados. Retírala y resérvala. En el mismo aceite, dora los dientes de ajo pelados y enteros hasta que tomen un tono dorado. Sácalos también y resérvalos junto al pan.
Paso 2
Hacer la majada: En un mortero o procesador, machaca el pan frito con los ajos, el comino y una pizca de sal. Si se desea un toque más intenso, se puede añadir el vinagre. Reserva esta mezcla.
Paso 3
Cocinar las espinacas: Si usas espinacas frescas, lávalas bien y escáldalas durante un par de minutos en agua hirviendo con sal. Luego escúrrelas muy bien. Si son congeladas, sigue las instrucciones del paquete y escúrrelas al máximo.
Paso 4
Montar el plato: En la sartén, añade un poco más de aceite si es necesario y sofríe el pimentón brevemente, con cuidado de que no se queme. Incorpora enseguida las espinacas escurridas y saltéalas unos minutos. Agrega los garbanzos cocidos y remueve bien.
Paso 5
Añadir la majada: Incorpora la majada de pan y ajo a la sartén. Mezcla todo bien y deja que los sabores se integren durante unos minutos a fuego medio-bajo. Rectifica de sal y, si lo deseas, añade un chorrito de agua para ajustar la textura.
Este plato se puede servir caliente o templado. Justo antes de servir, añade un chorrito de limón sobre cada ración. Esto no solo realza el sabor, sino que mejora la absorción del hierro presente en las espinacas y los garbanzos.
Puedes acompañarlo con una rebanada de pan rústico o una copa de vino tinto suave. Rico en hierro, fibra y vitamina K, y con proteínas vegetales de calidad, es un tesoro de la cocina sevillana que no solo alimenta el cuerpo.