Al hablar de cultura en Sevilla, los ojos suelen dirigirse al conjunto monumental que forman la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias, declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1987. Pero el patrimonio sevillano va más allá de estos edificios y la actual corporación municipal busca ponerlo en valor.

Es por eso que Sevilla está inmersa en un proyecto de renovación de espacios culturales que pasa tanto por restaurar los ya existentes, como por dar nuevos usos a edificios que en los últimos años han sido olvidados. 

Uno de esos grandes proyectos culturales es la ampliación del Museo de Bellas Artes. Ya desde la precampaña, el entonces alcaldable popular, José Luis Sanz, apostaba por trasladar la pinacoteca a la antigua fábrica de tabacos, el actual Rectorado de la Universidad de Sevilla. 

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La propuesta generó polémica y fue expresamente rechazada por el rector hispalense. También el consejero de Cultura, Arturo Bernal, apostó en su lugar por utilizar inmuebles propiedad de la Junta. 

En cualquier caso, y sea cual sea la sede elegida, el Gobierno andaluz reafirma que la ampliación "se va a hacer". Esas han sido las palabras del presidente de la Junta, Juanma Moreno, este miércoles en Sevilla, donde ha subrayado que el Museo de Bellas Artes necesita "una ampliación potente", que sirva como reclamo turístico de la ciudad, pero también como "orgullo" para sus ciudadanos. 

Lo cierto es que el proyecto de ampliación del Museo se inició durante la etapa socialista de la Junta, en el año 2009, cuando se planificó una segunda sede en el Palacio de Monsalves, sede de la presidencia andaluza antes de su traslado a san Telmo en 1992.

Dicho proyecto establecía que la actual sede de la pinacoteca, el convento de la Merced, exhibiría las obras del siglo XV al XVIII. La nueva, en cambio, se reservaría para obras firmadas a partir del siglo XIX, además de ser sede de exposiciones temporales. Los talleres de restauración se mantendrían en la sede actual.

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Queda, por tanto, por despejar la incógnita de cuál será el nuevo emplazamiento escogido para el museo. El presidente andaluz señala que hay "muchas opciones" sobre la mesa, y que muchas de ellas "son viables".

Entre ellas está la Biblioteca de la calle Alfonso XII, abandonada desde hace 20 años y muy próxima a la actual sede de la pinacoteca, en la Plaza del Museo. Tampoco descarta Moreno el Palacio de Monsalves, el enclave preferido por el anterior alcalde, el socialista Antonio Muñoz.

Sin embargo, la opinión de Juanma Moreno contrasta con la expresada recientemente por el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que en una entrevista con Europa Press consideró que este espacio "no tiene recorrido" como sede de la pinacoteca hispalense. 

En cualquier caso, el presidente andaluz ha subrayado que la Junta, gestora del Museo, "no hará nada a espaldas" del Ayuntamiento.

Reales Atarazanas

Otro de los grandes proyectos que afronta esta legislatura la corporación de José Luis Sanz en el Ayuntamiento es la renovación de las Reales Atarazanas, un astillero construido en la capital bajo el reinado de Alfonso X con el objetivo de proteger las galeras reales de la amenaza musulmana.

Hasta 17 naves conforman el edificio, ubicado en el barrio del Arenal, entre el Arco del Postigo y la Iglesia de la Caridad. Se trata del astillero medieval más grande de España, con más de 7.000 metros cuadrados de superficie. 

Ocho siglos después, las atarazanas han perdido su razón de ser, y también han sido olvidadas por la ciudadanía y los turistas de la capital hispalense. Tras décadas de falta de inversión, la primavera de 2024 será la fecha en la que este antiguo astillero vuelva a la vida. Lo hará reconvertido en museo de arte contemporáneo tras dos años de obras de rehabilitación.

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La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Cultura, alcanzó un acuerdo con la Fundación La Caixa para financiar el proyecto de renovación, cifrado en 20 millones de euros. La intervención permite dotar al espacio del equipamiento técnico necesario para un espacio museístico. 

Pero la rehabilitación de las Atarazanas no sólo se centrará en el edificio medieval, sino que también llegará hasta las calles que lo albergan. El Ayuntamiento de Sevilla ha anunciado el proyecto de peatonalizar el entorno del antiguo astillero para poner en valor su importancia patrimonial.

La idea que impulsa este proyecto es la de crear "un espacio único" desde el punto de vista cultural, que vaya desde la Torre del Oro y el entorno del río, hasta el barrio de Santa Cruz, con el que limita el Alcázar, la otra gran joya de la cultura sevillana y del turismo.