Los premios y la crítica la ignoran, pero eso no ha impedido que Yellowstone se convierta en la franquicia más exitosa de la televisión de Estados Unidos. Su popularidad habla de la irrelevancia de los Emmy y los medios especializados en la audiencia. Al menos en un amplio sector, el de los millones de espectadores que con la serie protagonizada por Kevin Costner se sintieron representados por un Hollywood que no habla de ellos. 

Este western contemporáneo creado por Taylor Sheridan ya va por su quinta temporada, ha sido renovado por dos más, tiene dos spin-offs en emisión y otros tres en desarrollo. Estrenada en 2018, sigue la vida de la poderosa familia Dutton, que controla desde hace seis generaciones el mayor rancho de ganado de Estados Unidos.

En medio de alianzas y lealtades que siempre están cambiando, de asesinatos sin resolver, heridas abiertas y un respeto ganado a base de esfuerzo, el rancho de los Dutton está en constante conflicto con sus fronteras: un pueblo en crecimiento, una reserva indígena y el primer parque nacional del país. 

[Qué ver si acabas de contratar SkyShowtime: las 15 mejores series de la nueva plataforma de streaming]

'Yellowstone' vs 'Succession'

Diferencias y similitudes

A simple vista, la serie de Paramount (que puede verse en España en SkyShowtime) y Succession no podrían ser más diferentes. El drama de HBO está ambientado en el reducido círculo del 1% de la superélite, y sus personajes viajen en jets privados y lujosos yates entre Manhattan y otras grandes capitales cosmpolitas. 

Yellowstone, en cambio, se desarrolla en un rancho de Texas y sus protagonistas se mueven a menudo a caballo entre esas llanuras del nuevo oeste americano. La serie de la familia Roy acapara todos los premios y es considerada un drama de prestigio. La de los Dutton ha sido ignorada por los Emmy sistemáticamente y es la opción popular de un público con un estilo de vida conservador. 

Succession se mueve más en el terreno satírico y es cruel con sus personajes. Yellowstone, por su parte, es un drama de acción más serio y muy violento, que justifica las atrocidades que cometen sus protagonistas porque lo hacen al servicio de los valores americanos de toda la vida. Sin embargo, son muy similares.

Ambas tienen un patriarca poderoso que preside un imperio familiar, y se enfrentan a la crisis de su legado y a la mortalidad, mientras sus hijos los rodean como buitres, y al que le gustan que las cosas se hagan a su manera. También una familia disfuncional formada por cuatro hijos que buscan desesperadamente la aprobación del padre: tres varones y una única hija. Y también son series muy entretenidas, adictivas y llenas de giros, intrigas, traiciones y conspiraciones.

El equipo de 'Succession' recoge el premio a mejor serie de drama en los Emmy 2022.

Popularidad vs prestigio

Yellowstone y sus spin-offs llevan seis años rompiendo récords de audiencia en la televisión lineal y mientras tanto los premios la han ignorado en todas sus temporadas, hasta este año en el que unos Globos de Oro necesitados de validación le dieron el premio a mejor actor protagonista de serie a Kevin Costner.

Sucession suma casi 50 nominaciones a los Emmy y ha ganado 13 estatuillas, dos de ellas a mejor serie dramática. Y aunque la crítica se rinde a sus pies, y durante de emisión un sector de Twitter no parece hablar de otra cosa, los números dicen otra.

En 2022, el primer episodio de la tercera temporada de la serie de HBO fue visto por 1.8 millones de espectadores, un récord histórico para el drama protagonizado por Brian Cox. El primero de la quinta temporada de Yellowstone fue visto por más de 12 millones el día de su estreno según Nielsen. 

Otra representación

Laurel Weir, jefa de investigación de Comedy Central, Paramount Network y TV Land, afirma que una de las claves del éxito de Yellowstone es que ofrece a la audiencia "una visión de la vida de los estadounidenses que no suelen ser representados en televisión". 

Los estados en los que es más popular 'Yellowstone' Paramount Network

Sheridan ha apelado con sus series a las audiencias de los "estados rojos", donde el Partido Republicano de Estados Unidos es dominante. Territorios que son ampliamente conocidos por su conservadurismo y que, por tanto, no podrían interesar menos al resto de Hollywood. 

Los temas que explora tampoco son aquellos de los que hablan los dramas de cable premium y el streaming: el aburguesamiento del Oeste y su relación con los nativos americanos, la ganadería 0 la propiedad de la tierra.

La serie se sustenta en una ideología que apela a una identidad nacional que se siente amenazada: el hombre blanco conservador al que el que los medios solo recuerdan cuando quieren mofarse o criticar a los votantes de Trump. Apelar a ese nicho olvidado y descuidadado por el resto de la ficción es una de las claves de su éxito.

Y aunque Sheridan podría limitarse a glorificar un estilo de vida en decadencia (y lo hace), también aprovecha para hablar de corrupción, de racismo sistémico y de la historia violenta y explotadora de Estados Unidos, mientras pone en su centro personajes femeninos potentes y con agencia. Yellowstone no es propaganda populista y quienes estén interesados en analizar las tendencias en la ficción no deberían ignorarla.